La representación estudiantil en los distintos órganos de gobierno universitario no está completa, según asegura el nuevo delegado del Consejo de Estudiantes de la Uex, Miguel Angel Aparicio. Prueba de ello es el número de claustrales que representan a los estudiantes, que debe ser de una veintena pero que en la práctica, en el último pleno del Claustro, no pasaron de cinco. Lo mismo ocurre en el seno del Consejo de Gobierno.

El motivo de esta situación no es otro que los que habían sido elegidos para cumplir estas funciones se han ido desvinculando de la universidad porque se han graduado o por otros motivos personales. En este sentido, Aparicio asegura que la mayoría de representantes estudiantiles de las diplomaturas pertenecen al tercer año de carrera y los de las licenciaturas al cuarto o el quinto. Motivo por el que las elecciones de los representantes estudiantiles deben realizarse todos los años.

Precisamente, el propio Miguel Angel Aparicio ha sustituido a Rafael Lemus en el cargo de delegado del Consejo de Estudiantes, que ocupa de manera oficial hace poco más de dos semanas, al dimitir éste por motivos personales. Aparicio, integrado en la asociación AJEX (Asociación de Jóvenes Estudiantes Extremeños) era el subdelegado de la Uex desde el mes de noviembre del 2003.

El nuevo delegado cusa quinto de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres y desde que inició sus estudios universitarios ha ejercido alguna función como representante estudiantil (delegado de su facultad, secretario del Consejo de la Uex y subdelegado). Ahora, está apoyado por el secretario, Angel Perurero, y el tesorero, Miguel Grande.

SIN APOYO EN LAS URNAS

Aparicio asegura no sentirse cansado del mundillo de la política universitaria en el que dio los primeros pasos cuando aún era un novato . No obstante, reconoce que a los representantes estudiantiles les falta, en cierto modo, "fuerza moral" ya que son la voz de un colectivo que mayoritariamente no ha participado en su elección (en los comicios estudiantiles como mucho vota el 15% del censo). Aparicio atribuye la falta de participación a la "desidia y el desconocimiento. Hay mucha falta de información". De todos modos, asegura que los malos momentos se superan cuando se consiguen algunas reivindicaciones, "entonces, es muy gratificante", dice.

Al ser estudiante de último curso, Aparicio no se presentará a más elecciones estudiantiles. Por lo tanto, como es previsible que las próximas sean en el mes de noviembre, le quedan unos seis meses en el cargo. Tiempo que asegura no empleará como si de una mera transición se tratara ya que tienen en mente algunos proyectos. Su intención es trabajar en la línea que se venía haciendo. Ultimamente han estado muy ocupados en el Consejo de Estudiantes con la elaboración del nuevo reglamento, que ya ha sido aprobado y publicado en el BOU. Ahora pretenden centrarse en asuntos más concretos como es el asentamiento de las sedes que tienen en los campus cacereño y pacense. En Cáceres antes estaban en la Casa Grande y al desalojar la Uex ese edificio se instalaron en la antigua facultad de Enfermería. El problema es que está muy apartada y no tiene buenos accesos por lo que la intención del Consejo de Estudiantes es trasladarse al edificio de Servicios Múltiples. En Badajoz, en cambio, están bien situados aunque dicen que falla la señalización. Las sedes en Mérida y Plasencia es una asignatura pendiente.

Otro de los puntos en los que están trabajando, con estudiantes del ramo en la Politécnica, es en la elaboración de una página web.

Aparicio asegura que los derechos de los estudiantes son vulnerados a diario y esa vulneración "es la que viene de antaño". Muchos profesores no cumplen con sus horas de tutorías, las revisiones de exámenes no se hacen correctamente, se ofertan asignaturas para las que luego no hay profesores...

RECLAMACIONES

"El estudiante tiene miedo a la hora de reclamar porque no conoce sus derechos y es nuestra obligación informarles de que los tienen. Pero esa obligación no es sólo nuestra, también lo es de los decanatos", dice Aparicio. En cierto modo, "somos los vigías de los derechos de los estudiantes".