Almudena Grandes (Madrid, 1960) ya presentó una compilación de relatos breves hace nueve años en Modelos de mujer . Las protagonistas eran mujeres de distintas edades que se enfrentaban a hechos extraordinarios. Ahora lo vuelve a hacer con Estaciones de paso (Tusquets). En esta ocasión, serán cinco adolescentes los que tengan que superar conflictos que les prefigurarán como adultos.

La ganadora del Premio Sonrisa Vertical con Las edades de Lulú se enfrentó el pasado mes de septiembre a una rueda de prensa en Madrid para definir el libro como "triste pero optimista". Los protagonistas reflejan "un gran apego a la vida", en momentos en los que ésta les pone a prueba.

El primero de los cuentos, Demostración de la existencia de Dios , versa sobre un hincha del Atlético de Madrid que ofrece su alma a cambio de la victoria de su equipo. Le sigue Tabaco y negro , en el que una joven idolatra a su abuelo y el trabajo de éste: costurero de toreros. Maite, en Receta de verano , se verá obligada a encargarse de su padre inválido y descubrirá su poder de seducción. El cuarto es El capitán de la fila india , el único de los cinco que muestra dos momentos en el tiempo del protagonista, sobre el inicio de un compromiso político. Por último, Tomás logrará su primera conquista sexual a través del sonido de su violín en Mozart, Brahms y Corelli .

Grandes confiesa que con esta obra salda deudas adquiridas. Cada una de las historias contiene un tema que le apasiona: fútbol, toros, política, cocina y música.

Escritas entre 2001 y 2003 (excepto la primera, que fue en 1999), están muy relacionadas con otra de sus novelas anteriores: Los aires difíciles . Sus personajes infantiles le mostraron "el potencial" de los adolescentes.

CRISIS GENERACIONAL

Los cinco personajes están unidos por la situación límite que deben sortear. Ellos se equivocan y aprenden de los errores. Para la autora, actualmente "los adolescentes no lo tienen fácil porque lo tienen todo sin problemas, se ha perdido la combatividad". Asegura que no le gusta la sociedad en que nos movemos porque los ciudadanos se han convertido en meros consumidores y datos de audiencia. "Por desgracia, vivimos en un inmenso gran almacén".

Sin la ayuda de sus hijos adolescentes y los amigos de éstos, "no podría haber escrito este libro", aclara. Tampoco sin "rastrear las sensaciones" de su propia infancia. La novelista defiende el género empleado: "Trabajo igual cuando escribo una novela larga que un cuento". Con ellos ha descubierto un formato que le va muy bien. "Volveré a escribir relatos que estén entre 100 y 150 páginas", afirma.

La autora de Malena es un nombre de tango vive inmersa en la creación de una novela larga. El corazón helado narra la vida programada de un profesor de física, Alvaro Carrión, que se verá trastocada por la muerte de su padre. "Será la versión de los nietos de la guerra civil", avanza.