Aún queda mucho que contar sobre Soldados de Salamina , la novela del escritor extremeño Javier Cercas (Ibahernando, 1962) que es hoy el mayor fenómeno editorial de los últimos tiempos: con menos de tres años de vida ha superado ya en España la barrera de los 600.000 ejemplares vendidos; Tusquets ha colocado más de medio millón en librerías y Círculo de Lectores 115.000.

Todo comenzó en 1994, en la terraza del restaurante Le Bistrot de Gerona, donde Rafael Sánchez Ferlosio habló a Cercas de su padre, el falangista Rafael Sánchez Mazas, que a punto estuvo de morir fusilado allí cerca durante la guerra civil. El relato no se le fue a Cercas de la cabeza hasta que en septiembre de 1999 empezó a escribir una novela que David Trueba, con Ariadna Gil, llevó al cine.

Tras 14 meses de escritura caótica, sin una estructura preestablecida ni un horario disciplinado, Cercas dio por concluido el libro, ya con el título definitivo. Algunos amigos le dijeron que con ese título no vendería ni cien ejemplares. La tarde del 17 de noviembre del 2000, el editor de Tusquets Juan Cerezo recibió el manuscrito. Lo leyó ese fin de semana, al igual que Beatriz de Moura, su directora editorial. "El domingo, sentado en el sofá, me emocioné con el final", recuerda Cerezo. De Moura coincidió con su editor en que tenían una gran historia: "La van a leer, sobre todo, lectores de más de 50 años". Ambos coincidieron en que la obra no sería un bombazo, pero confiaban en la crítica.

La reacción de algunos correctores fue un síntoma de lo que se avecinaba: leyeron la novela en tiempo récord sin casi retocarla. Para la portada, De Moura preseleccionó tres fotos de un libro de Robert Capa, Photographe (Sylvie Messinger, 1985). "En cuanto leí la escena en la que Sánchez Mazas y el miliciano se miran, pensé en la imagen del brigadista con el puño en alto, que ya conocía", explica De Moura para justificar la elección final. Cercas la encontró muy explícita, pero acabó gustándole.

EL LANZAMIENTO

Cuando se lanzó, con 6.000 ejemplares, Soldados de Salamina tuvo buenas críticas y empezó a venderse a buen ritmo: en un mes casi se agotó la primera edición. Desde el primer momento Cercas recibió cartas efusivas de colegas y lectores.

Hoy Tusquets lleva ya 31 reimpresiones, para las que ha usado 202 toneladas de papel. El boca-oreja y la publicidad mediática ha llegado al extremo de que Tusquets dispone de un dosier de prensa, que pesa casi ocho kilos, con 2.000 referencias. La historia de un éxito literario.