El pasado 24 de marzo, Francia recordó a Julio Verne con los honores que le negó hace 100 años, cuando murió consumido por la diabetes. En 1905, en Amiens, el embajador del emperador alemán asistió a los funerales del escritor, pero no lo hizo ningún representante del Gobierno francés.

La última semana de marzo, París, Amiens y Nantes, sociedades culturales, centros escolares y organismos oficiales se sumaron para rendir homenaje al autor francés más traducido --a 112 idiomas--, el más leído y el que tiene más versiones cinematográficas de sus obras.

En menor grado, el mundo entero recordó esos días al padre de la ciencia ficción que ha resultado ser, a la postre, un vidente. "Todo lo que una persona puede imaginar, otras lo harán realidad", dijo Verne en una ocasión al ser interrogado sobre el exceso de fantasía que, en opinión de algunos, rezumaban sus obras.

El hombre que fabuló sobre instrumentos de navegación que hoy son habituales, que realizó viajes imposibles que ahora ofrece en directo la televisión y que imaginó ayer inventos de hoy nació en Nantes el 8 de febrero de 1828 y murió en Amiens el 24 de marzo de 1905. Estas dos ciudades y París aglutinaban el programa que conmemoró el centenario, parte del cual se prolongará hasta final de año.

En París, la exposición Julio Verne, la novela del mar, en el Museo de la Marina, es una de las muestras más interesantes; en Nantes, el programa se abrió el 10 de febrero y se clausurará el 23 de noviembre, y entre una fecha y otra, conferencias, reediciones de las obras del autor, exposiciones de todo tipo, ferias, visitas, encuentros literarios y conferencias. En Amiens, las actividades más importantes se han concentrado la semana en la que se cumplió el centenario de la muerte del escritor a lo largo de la cual se realizaron encuentros internacionales de autores, exposiciones, espectáculos musicales, ferias de coleccionistas y seminarios para debatir las casi 100 novelas del autor, los referentes de su obra e, incluso la forma como el único hijo del escritor, Michel, hizo la adaptación cinematográfica de algunas de ellas.

El acuario de Bergen, Noruega, mostró reproducciones de algunos de los animales fabulosos imaginados por Verne. En España, las aportaciones al centenario se concentraron en bibliotecas, centros culturales y escuelas. En México, la editorial Planeta ha presentado una colección con los 50 títulos más destacados del autor, que se venderán en los quioscos.

Hijo mayor del abogado Pierre Verne y Sophie Allote, Julio Verne protagonizó la primera aventura a los 11 años, cuando quiso embarcar en un barco sin el conocimiento de sus padres para impresionar a una prima de la que se había enamorado. Fracasó en su intento y fue devuelto al hogar.

Estudió Derecho por imposición paterna y por decisión personal --e influencias de Alejandro Dumas-- escribió poemas, comedias y óperas, con escasa repercusión. En 1856 se casó con Honorine de Vianne, viuda con dos hijas, y en 1863 logró el primer éxito con Cinco semanas en globo , inspirada en experiencias de sus amigos sobre la navegación aérea.

Esta novela le llevó a firmar un contrato por 20 años con el editor P. H. Hetzel, que le aseguraba 20.000 francos anuales a cambio de escribir dos novelas por año. Tuvo mala salud durante toda su vida, sufrió ataques de parálisis, el disparo de un sobrino le dejó cojo y la diabetes acabó con su vista y oído. Soñó con ser académico, pero tuvo que conformarse con la Legión de Honor, que le concedieron en el año 1892.