Con 13 años, Chuck soñaba con tocar la batería con Guns N´Roses, pero eso ya no era posible. Así que en 1999 fundó en Montreal (Canadá) un grupo de punk- rock y lo bautizó con el nombre de Simple Plan.

Esta semana han actuado en Cataluña ey Madrid y en ambos conciertos arrasaron ante un público en tregado. Las entradas se habían agotado hace semanas.

La verdad es que la vida le va estupendamente bien a Simple Plan. "Todo esto está siendo mejor de lo que nunca soñé y, también, más duro de lo que suponía --reconoce--. Sabíamos que habría que viajar mucho, pero nunca pensamos que tocaríamos en lugares como China.

En algún hueco de su apretada agenda, el quinteto ha encontrado tiempo para impulsar la Simple Plan Foundation, una institución que recauda dinero para ayudar a los jóvenes. "Queremos aprovechar nuestra situación privilegiada. En tres semanas hemos recaudado 100.000 dólares así que imagina lo que podemos hacer cuando llevemos cinco años", calcula. Y aclara: "Esto no es un capricho de tres meses; esto durará 10 años o más".

El público principal de Simple Plan está compuesto precisamente de chavales. Chuck discrepa: "A nuestros conciertos viene gente de 45 años, de 20, de 8, de 13... Y todos son bienvenidos. No nos importa su edad, sólo que les guste nuestra música". Por eso considera malintencionado decir que su música es para preadolescentes. "Nuestras canciones hablan de temas universales que pueden interesar a muchas edades".