Se puede decir qu he tenido una rápida adaptación al medio boliviano, el mismo día que llegué al aeropuerto de La Paz, sindicatos, gremios y juntas vecinales de la zona habían decretado una jornada de movilizaciones y bloqueos en las ciudades de El Alto (853.000 habitantes) y La Paz (un millón de habitantes). La primera visión fue la de una ciudad fantasmal, con piedras y barricadas en sus calles y un acre olor a quemado y a gases lacrimógenos.

La situación fue deteriorándose con el transcurrir de los días, hasta que el pasado lunes (por el día 13) se decretó una huelga general indefinida luego que el ejército tomase las calles y causara más de 30 muertos. La huelga, marchas y bloqueos se han ido extendiendo a las ciudades de Oruro, Cochabamba, Sucre, Potosí y cercanías de Santa Cruz de la Sierra, donde me encuentro actualmente. Aquí se espera la llegada de una marcha campesina para mañana (por el 17 de octubre). Se nota la tensión en las calles, los comerciantes están tratando de proteger sus negocios de posibles saqueos. Esperamos la declaración de un estado de sitio de un momento a otro.