La trigésimo primera edición del Festival de Teatro de Badajoz afronta esta semana su recta final tras mostrar en la escena del López de Ayala montajes como El gran secreto , a cargo de la compañía Comediants, o Cantos de Amor , representada por Soli Tutti. Juan Luis Galiardo y Kitu Manver también han dejado su huella en este festival con Humo mientras que la compañía de Andrea D´Odorico ha lleva a escena la obra La señorita Julia . Focus representó Carnaval , de Jordi Garcelán mientras que los extremeños Teatrapo mostraron una creación propia, Carton-Village . Además, La estampa teatro también pasó por este festival con Primitivos mientras que Els Joglars atrajo el pasado fin de semana al público pacense con La cena .

Pero otros platos fuertes quedan para esta semana. La Fura dels Baus llega a Badajoz con una idea de Alex Ollé, Boris Godunov . Además, Hay que purgar a Totó , de Georges Feydeau, completará el cartel de esta semana junto con la coproducción de las compañías Al Suroeste y Joao Mota que llevan al Lope una obra de Miguel Murillo, El Angel de la luz .

HAY QUE PASAR POR TAQUILLA

Además, por 60 céntimos de euros (hay precios especiales para grupo) los espectadores que se acerquen a una de las taquillas del teatro López de Ayala --la más cercana a la calle Pedro de Valdivia-- podrán ver y escuchar desde la calle un fragmento de una obra de Lope de Vega, Calderón, Shakespeare, Zorrilla y Molière o disfrutar de un pequeño espectáculo musical o de teatro experimental.

Esta es la propuesta con la que la compañía La Textual ha ocupado la taquilla hasta el día 9 (de seis de la tarde a nueve de la noche) y la ha convertido en una especie de "camarote de los hermanos Marx", según definió Joan-Ignasi Ortuño, su ideólogo, director y actor.

Este experimento teatral "alocado" lleva por título Hay que pasar por taquilla . La función comienza cuando el espectador hace su elección -- se ofrecen un centenar de obras-- y "paga", bromeó Ortuño. Las representaciones son personalizadas y pueden durar "10 minutos, 25 o nada" porque depende de la respuesta del espectador. Tras 18 días en su particular laboratorio, llegarán las conclusiones. Hasta entonces, Hay que pasar por taquilla .