La integración entre teléfonos fijos y móviles, de la que lleva muchos años hablando la industria internacional, está ya cerca de los usuarios españoles. Telefónica prepara para antes de las próximas Navidades servicios de videollamada y videosupervisión entre terminales físicos y móviles, que rompen las barreras entre ambos tipos de comunicación. Será la primera de una nueva generación de servicios basados en la convergencia que continuarán el próximo trimestre con el envío de mensajes multimedios entre terminales fijos y móviles, y videoconferencia entre móviles y televisores con Imagenio.

Para el envío de mensajes multimedia entre móviles y fijos, que dependen del operador, existen varios terminales en el mercado (alguno de los Gigasets de Siemens, por ejemplo).

Para la videoconferencia entre fijos y móviles, en cambio, la operadora venderá un terminal específico con pantalla a color que tendrá un precio de venta de unos 200 euros.

OBJETIVO MUNDIAL

La convergencia entre redes es un objetivo de la industria de telecomunicaciones mundial. La intención es que las redes evolucionen de la actual separación entre móviles y fijas a redes IP (basadas en la tecnología de transmisión de paquetes de información que hace posible internet), en las que confluyan ambas capacidades. Telefónica, por ejemplo, aspira a tener la red troncal (backbone) en IP en el 2008.

"La transmisión de vídeo en redes móviles se basa actualmente en una codificación H324M, mientras que las redes fijas utilizan otros sistemas. Esto hace que para pasar de fijas a móviles sean necesarias pasarelas. Pero éstas podrán eliminarse cuando todo sea IP", explica Javier Toribio, director técnico de soluciones móviles de Alcatel. Un extremo, que todavía está algo lejano, según Alfonso Aguado, director de márketing de Ericsson.

"La gran ventaja para el usuario va a ser la posibilidad de acceder a nuevos servicios. La ADSL ya permite poder hablar y navegar a la vez, y eso era algo impensable. Sin embargo, próximamente veremos que la comunicación se enriquecerá con el intercambio de archivos, videoconferencia a varias bandas, conexiones en red...", apunta Aguado.

En otros países, sin completar las redes, ya han dado los primeros pasos. BT, por ejemplo, lanzó este verano en Gran Bretaña un teléfono de Motorola, el Fusion, capaz de pasar de una red móvil a una fija con Wimax sin que el usuario se dé cuenta.

"Tenemos conversaciones para extenderlo en otros 10 países, y en España estamos hablando con los tres operadores", confirma Alfredo Canteli, gerente de desarrollo de negocio de Motorola España. "La convergencia interesa a los operadores porque el coste de una llamada sobre GSM es bastante; sobre par de cobre es algo, pero sobre IP es cero", añade este profesional del sector.