Un equipo de astrónomos observó por primera vez la pasada semana la galaxia más lejana de la Tierra, cuya luz, recibida en nuestro planeta, fue emitida poco después del big bang. El descubrimiento ha sido posible gracias al telescopio espacial ´Hubble´. Los descubridores han pedido a la NASA que no retire el aparato.

La luz de la galaxia fue percibida cuando no tenía más que 750 millones de años y tardó más de 13.000 millones de años luz para llegar a la Tierra, según los investigadores. Las imágenes de esta galaxia fueron confirmadas por el observatorio Keck en Hawai. "La galaxia descubierta es extremadamente débil y la verificación de su distancia fue un extraordinario desafío", explicó el astrónomo Jean-Paul Kneib, del Instituto de Tecnología de California y del Observatorio Midi-Pyrenees de Toulouse, quien ha dirigido los trabajos.

La cámara de visión avanzada instalada en la última misión para el mantenimiento del ´Hubble´ ha permitido localizar la galaxia integrada en un grupo conocido como Abell 2218.