El ejercicio físico siempre es beneficioso para las personas sanas, pero ¿qué ocurre cuando lo practican las que padecen fibromialgia, un síndrome que ocasiona dolor crónico en músculos, tendones y ligamentos? Un estudio del Grupo de Investigación en Inmunofisiología: Ejercicio, Estrés, Envejecimiento y Salud de la Universidad de Extremadura con 15 mujeres que padecen esta patología concluye que la actividad física aeróbica moderada y regular "mejora desarreglos inflamatorios" de las pacientes, lo que se puede asociar con una mejora de su calidad de vida y de su condición física.

"En general, ningún parámetro que se ve perjudicado con el ejercicio acuático, y sí muchos mejorados", apuntó el coordinador de la investigación Eduardo Ortega, que la semana pasada presentó los resultados acompañado por las mujeres con fibromialgia que han participado en este estudio acudiendo durante ocho meses dos veces a la semana a esta terapia acuática. Para comparar sus avances o retrocesos, se ha contado con otro grupo de enfermas que no han practicado los ejercicios y que han servido de "control" y otro de mujeres de las mismas características sanas.

A los cuatro meses de iniciar la hidroterapia ya se obtuvieron los primeros resultados positivos: se incrementó su capacidad de realizar fuerza con las manos y se mejoró su equilibro, su estado para sobrellevar la actividad diaria y su salud mental. A los ocho meses las pacientes habían mejorado, en general, "su función social y función física".

Ana Rodríguez es una de las voluntarias que ha participado en el estudio. "He notado mejoría, los dolores se han suavizado un poquito e incluso en el tiempo de ejercicios no he sufrido ningún brote", reconoció. También Conchita Albarrán, otra de las participantes en la investigación, aseguró que durante la terapia había notado "más agilidad", aunque sus dolores no se mitigaron. Otras pacientes también afirmaron que no habían notado ninguna mejoría.

En este estudio se ha contado con la colaboración de un grupo de investigación de la Facultad de Ciencias del Deporte para elaborar la tabla de ejercicios y con el gimnasio Acuarecord, que ha actuado como empresa promotoras y observadoras, es decir, que tienen un cierto interés en los resultados porque "de lo que se trata es de pode aplicar a la práctica y a la sociedad los conocimientos que se van adquiriendo en los laboratorios", explicó Ortega.

Este proyecto de investigación está financiado por la Plan Regional de Investigación de la Junta de Extremadura y ha tenido una duración de tres años: el primero se diseñaron los ensayos, en el segundo se puso en marcha la terapia acuática y en este último se han procesado los resultados, contrastado con otros grupos y se ha llevado a foros científicos como el Congreso Mundial de Medicina del Deporte y se presentará en el Congreso Mundial de Ejercicio e Inmunología, en Alemania.