María Luisa Bermejo García ha analizado en su tesis doctoral --calificada con sobresaliente cum laude por unanimidad-- la actitud del profesorado ante la integración del alumnado con discapacidad en Extremadura. Son varias las conclusiones que la investigadora ha obtenido después de analizar los datos obtenidos de 937 cuestionarios de Primaria y 147 de Secundaria, distribuidos por los centros extremeños donde había alumnos integrados.

En líneas generales, el profesorado está a favor de que los alumnos con discapacidad estén integrados en los centros ordinarios. Sin embargo, el profesorado de Primaria asume la integración más favorablemente que el de Secundaria, entre los que existen reticencias.

Por otro lado, la investigación revela que el profesorado de Primaria está mejor formado cuanto menor es su edad, mientras que los profesores de Secundaria no se consideran preparados para atender a estos alumnos.

En cuanto a su inserción laboral, el profesorado de Secundaria opina que los jóvenes con discapacidad sensorial son los que tienen más salidas laborales, seguidos de los jóvenes con discapacidad motórica e intelectual.

En general, los profesores piensan que la integración favorece sobre todo el desarrollo social de los alumnos con discapacidad y que las familias y los compañeros influyen en sus expectativas.

Además de la metodología cuantitativa, en esta investigación también se han aplicado metodologías cualitativas, como la técnica de observación participante con un grupo de jóvenes con síndrome de Down y entrevistas a profesionales relacionados con la Asociación Síndrome de Down y a dos jóvenes con discapacidad (intelectual y visual).

Los objetivos de esta tesis, dirigida por María Isabel Fajardo y Florencio Vicente Castro del Departamento de Psicología y Antropología, han sido conocer las actitudes del profesorado de Primaria y Secundaria ante la integración escolar del alumnado con discapacidad; saber las opiniones del profesorado sobre la formación laboral de los jóvenes con necesidades especiales en el tránsito a la vida adulta; detectar las dificultades que presentan en su futuro profesional y averiguar qué opinan sobre su integración escolar y su futuro laboral los jóvenes con síndrome de Down y los profesionales implicados en su educación.