Ramón Bonfil y otros investigadores de la Universidad de Stanford, en EEUU, han comprobado que un tiburón blanco detectado en las costas de Suráfrica fue capaz de nadar hasta Australia y regresar --unos 20.000 kilómetros en total-- en nueve meses, según publicó la revista Science. El escualo, una hembra bautizada como Nicole, llevaba un sensor acoplado en el lomo que enviaba señales vía satélite. Hasta ahora se sabía que los tiburones realizaban grandes viajes, pero no tan largos.