Sólo por cinco votos a cuatro, el Supremo de EEUU aceptó abolir la pena de muerte para los condenados que cometieron el delito antes de cumplir los 18 años. Según Amnistía Internacional, EEUU es el país del mundo donde más veces se ha aplicado legalmente esa pena en los últimos 15 años. En esa clasificación de peores países se codea con Arabia Saudí, Yemen y China. El argumento que ha pesado más en la decisión del tribunal norteamericano es que los jóvenes asesinos podían no haber tenido conciencia de la gravedad de sus actos. La decisión judicial afectará a unos 70 reos que hacen frente a esta pena por homicidios cometidos cuando tenían 16 o 17 años.

Hace 16 años, el Supremo dictaminó que ejecutar a menores no violaba la prohibición constitucional de no recurrir a castigos "crueles y desproporcionados". Los oponentes a la pena de muerte argumentaron que se ha forjado un consenso contrario a la pena capital aplicada a menores y que su prohibición debe reflejarse en la Constitución, al igual que las ejecuciones de retrasados mentales.