Hace mucho, mucho tiempo, que los trilobites se paseaban por tierras extremeñas. No, no es el inicio de un cuento, es la conclusión última de la investigación mediante la cual científicos de las universidades de Extremadura, Zaragoza, Valencia y Huelva han descubierto dos nuevas especies de estos artrópodos extintos, de hace 535 millones de años, en la localidad pacense de Alconera.

El hallazgo forma parte de los estudios que lleva a cabo el equipo Murero, dirigido por Eladio Liñán, del Grupo Patrimonio y Museo Paleontológico del Gobierno de Aragón. Los trilobites son los artrópodos más antiguos que se conocen en la historia de la Tierra y su primer registro se produce en la segunda edad del Cámbrico. Poseían ya el esqueleto quitinoso de placas articuladas tan característico de los artrópodos y que les protege el cuerpo, las patas y las antenas.

Las dos nuevas especies descubiertas en Extremadura han sido publicadas en la prestigiosa revista argentina Ameghiniana y denominadas Serrania gordaensis y Serrania palaciosi. Estas dos especies son de las más antiguas de trilobites que se conocen y comparables en edad a las que aparecen en el Cámbrico basal de Siberia. Sus características permiten clasificarlas dentro de una nueva subfamilia.

Este hallazgo sugiere que los trilobites primitivos poseían ojos pequeños y no largos, constituyendo el aumento del campo visual y el desarrollo de espinas cefálicas caracteres evolutivos posteriores. Su carácter primitivo es sugerido también por su semejanza con las larvas.

Ahora se abre una nueva vía de investigación que va a permitir entrever cómo eran los primeros trilobites. En definitiva, se trata de acercarse a ese gran enigma que fue la aparición del reino animal sobre el planeta.