La universidad española desarrolla una actividad investigadora equivalente a la de 47.000 científicos a tiempo completo, generando más de un 30% de la actividad total de investigación y desarrollo (I+D) y más del 60% de los artículos publicados en revistas científicas de calidad, llegando al 2,4% del total mundial. De esta forma, España ocupa la novena posición mundial en producción científica publicada. Así se refleja en el Informe sobre la Contribución de las Universidades Españolas al Desarrollo 2004, elaborado por 35 expertos de las empresas y las universidades a petición de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CyD) y presentado la semana pasada. En él se señala que para que España se inserte en la sociedad del conocimiento con éxito es "decisiva" la contribución de la universidad, que supone el 1,2% del Producto Interior Bruto (PIB).

Sin embargo, el ámbito universitario, en el que trabajan 235.000 personas, es decir, una de cada 75 personas de la población activa, está alejado de la empresa. Según este informe, dos tercios de las compañías no mantienen relación con la universidad, además de que un tercio no la considera como motor de desarrollo económico, a pesar de que el 84% cree que debería desempeñar ese papel.

Menos del 3% ven a la universidad como fuente de ideas innovadoras, con lo que menos del 9% de la actividad investigadora de la universidad es financiada por empresas (5% en el caso de las innovadoras). La Ingeniería, la Tecnología y las Ciencias Médicas son las áreas en las que más invierten las empresas. Además, sólo 21 universidades presentaron solicitud de patente europea en 2002, ascendiendo el número total de peticiones a 47 (7% de las efectuadas desde España). Del total de solicitudes, cinco universidades realizaron el 50%. La Universidad española creó 116 empresas entre 2001 y 2002, por debajo de los países de la Unión Europea.

En el ámbito estrictamente académico, el informe cifra en 83.000 profesores los que forman anualmente a un millón y medio de estudiantes, es decir, a uno de cada 27 españoles. Los esfuerzos docentes han favorecido los índices de empleabilidad, con lo que la participación laboral del graduado universitario se sitúa en el 80%, frente al 50% del conjunto de la población, y la tasa de paro tres puntos por debajo de la economía española.