La reforma legislativa de Universidades presentada por la ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, será la tercera de la democracia y la sexta en siglo y medio, desde que se aprobara la Ley Moyano de 1857.

Será también la segunda que acomete un gobierno socialista, después de la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983, y de la vigente Ley Orgánica de Universidades (LOU) del 2001, aprobada cuando gobernaba el PP.

En el 2001, el Partido Popular, nacionalistas canarios y catalanes sacaron adelante la LOU, con la oposición de los demás grupos y de los rectores, organizaciones estudiantiles y sindicatos de profesores, que llevaron la protesta a la calle. La LOU tuvo que superar así, además de nueve enmiendas a la totalidad, la oposición de las aulas.

Esta ley introdujo modificaciones en la estructura de los órganos de gobierno de la universidad, un nuevo sistema de selección del profesorado, que implicaba la renovación de Claustros y rectores, éstos elegidos por sufragio universal ponderado, y la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).

Después de las elecciones del 2004, el líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero, avanzó en el discurso de investidura que se proponía la reforma de la LOU por medio de un consenso social.

En los años ochenta, la LRU se inspiró en el principio de autonomía universitaria, según la Constitución de 1978, en un momento de gran demanda de matriculación universitaria y de necesidad de adaptar la enseñanza superior a Europa. Inspirada en principios como la libertad académica, autogobierno de los centros, igualdad de oportunidades y libertad para la selección y promoción del profesorado, introdujo el derecho de cada universidad a elaborar sus propios estatutos. Se dotaron de un Consejo Social y de órganos colegiados.

Además, creó el Consejo de Universidades y diversificó el cuerpo docente a fin de restar la tradicional preponderancia del catedrático.

Asimismo, se constituyó el Consejo de Universidades; se crearon departamentos para rearticular las facultades, escuelas técnicas, escuelas universitarias e institutos universitarios y se determinó la admisión estudiantil para cada universidad de acuerdo a su capacidad.