La pasión por los escenarios, la curiosidad, el intento de vencer la timidez, las ganas de probar algo desconocido o el deseo de conocer a gente nueva son algunas de las razones por las que los estudiantes llegan al Aula de Teatro de la Universidad de Extremadura en Cáceres. "Llevaba varios años queriendo venir, pero por falta de tiempo no lo hacía. El teatro siempre me ha llamado la atención y creo que es algo que te puede ayudar en otras facetas de la vida", asegura Manuel Mayoral, estudiante de Filología Inglesa y que este año asiste al curso por primera vez.

Elisabeth Ruiz, alumna de segundo curso de Historia del Arte, cuenta que decidió acercarse al aula hace tres años "porque me gustaba hacer teatro". "Me lo paso muy bien, aprendo muchas cosas y es una experiencia única", añade.

Las riendas del aula de teatro --con una veintena de alumnos-- las lleva Asunción Mieres, ligada a este proyecto desde hace una década y que asumió la dirección hace ya seis años. Asunción dice que "cada alumno viene por motivos diferentes y algunos que han venido por probar, ahora están trabajando en compañías de teatro profesionales".

También muchos estudiantes con becas Erasmus se decantan por las clases de teatro, unos porque ya hacían sus pinitos en sus respectivos países, y otros porque "les viene muy bien para aprender español", apunta Asunción.

ESPACIO ABIERTO

¿Los requisitos para acudir al aula de teatro? Su directora los resume en una palabra: "Venir". La filosofía del proyecto es que el aula sea un espacio abierto a la gente joven, no sólo para hacer teatro, sino "para que puedan ser ellos mismos, encontrar a gente con sus mismos problemas, convivir y trabajar en equipo".

El próximo reto al que se enfrentarán los alumnos, tras haber representado en diciembre La brisa de la tarde , en homenaje a Gabriel y Galán, es a un texto de Shakespeare: Sueño de una noche de verano , que pondrán en escena en la decimocuarta edición de la Muestra de Teatro, que se celebrará en la segunda quincena de mayo y a la que acudirán grupos del distintas comunidades españolas y de Portugal.

"El lunes comenzó el reparto de papeles". En la obra participarán 14 alumnos --en esta ocasión tanto del grupo de iniciación como del de veteranos--, que también se encargarán, como siempre, de la escenografía y el vestuario.

Las dos sesiones semanales del aula de teatro se transforman en un no parar una vez que se realiza el reparto de papeles. "Ensayamos a las ocho de la mañana, a las tres de la tarde o a las dos de la madrugada". "Hemos llegado a terminar los ensayos a las seis de la mañana y a empezar de nuevo otra vez a las siete, una hora después".

La directora se muestra orgullosa del trabajo que realizan los alumnos, pues "veo con la generosidad y la ilusión con la que se entregan y se suben al escenario. Sólo hay que ver como brillan sus caras".

"El escenario es como una droga, cuando sales y estás ahí arriba es una descarga de adrenalina", explica Manuel Mayoral. Su compañera Elisabeth añade que cuando se sube a las tablas siente "de todo".

Asunción Mieres deja claro que el aula de teatro no es una escuela de arte dramático, por eso, a los alumnos que creen que lo suyo es la interpretación les recomienda que asistan a clases regladas. También les anima a aprovechar todas las oportunidades que surjan. Precisamente, uno de los alumnos ha participado como extra en la película Teresa, muerte y vida , de Ray Loriga y protagonizada por Paz Vega y Leonor Watling, de la que se han rodado varias escenas en Cáceres y Trujillo durante las pasadas semanas.

El aula de teatro, que nació en Cáceres y se extendió poco a poco al resto de los campus extremeños --Badajoz, Plasencia y Mérida-- cuenta con la subvención del Vicerrectorado de Extensión Universitaria y la colaboración de otras entidades como la Residencia San Isidoro, cuyo salón de actos "nos abren las 24 horas para ensayar". Shakespeare será el próximo gran reto para los universitarios cacereños.