El empresario Richard Branson, propietario de la multinacional Virgin, ofreció un premio de 25 millones de dólares (19 millones de euros) a quien dé con la solución para eliminar los gases de efecto invernadero. Branson instó a los "cerebros más brillantes del mundo" a buscar una forma de acabar con el equivalente a "1.000 millones de toneladas de carbono por año y, con suerte, muchas más". En Londres y flanqueado por el exvicepresidente de EEUU Al Gore, el dueño de Virgin animó a los científicos.