Han vendido 2,7 millones de ejemplares de los tres discos anteriores. En la última gira hicieron hasta 70 actuaciones, con llenos cada noche. Han ganado dinero. Mucho. Y ahí siguen, fieles a sus gustos, a su gente y a sí mismos. Podrían tener casas en el Empord , o en la Cerdanya, o incluso en Miami, pero ellos prefieren seguir viviendo en el Baix Llobregat y pasar el verano entre Cunit (Cataluña) y Zarza Capilla (Badajoz), como han hecho toda la vida.

Y con esa misma naturalidad Estopa graba sus discos. La primera fase transcurre en el salón de la casa de David, los dos hermanos con sus guitarras, mirándose a la cara. Cuando tienen suficientes canciones, se trasladan a una minúscula habitación en la segunda planta del chalet adosado que sus padres tienen en Sant Feliu de Llobregat. Allí está Estopa Producciones, su estudio de bolsillo.

Con la ayuda del Pro Tools (un software para grabar y mezclar música), de un ingeniero de sonido (Marc Blades) y un teclado en el que las notas están señaladas con papelitos, los Muñoz completan las maquetas del disco.

Para grabar las bases y mezclar se van a Madrid, pero las voces las ponen en un estudio de Esplugues de Llobregat. "A dos minutos andando desde casa --apunta David--. Te levantas por la mañana y en vez de ir al bar, vas al estudio. Como la cosa más normal del mundo. Sin rollos raros", todo muy casero.

Cuando David y José Muñoz, Estopa, firmaron recientemente un contrato de patrocinio con Nintendo España, los responsables de la empresa de consolas les instaron a componer una canción sobre el mundo de los videojuegos para emplearla en un espot y, quizá, incluirla en su próximo disco. Al día siguiente, David Muñoz llamó a la compañía: "Ya la tenemos". No sólo la habían compuesto, sino que la habían grabado. La gente de Nintendo no daba crédito.

Así nació la leyenda de que los hermanos Muñoz eran los reyes de la canción por encargo. Una máquina capaz de escribir, interpretar y empaquetar una composición sobre cualquier tema en apenas 24 horas. Hasta que David deshizo el malentendido: en realidad, la canción, que incluye versos como "a veces me fundiría con una Nintendo / a veces me pasaría el día siempre en punto muerto", estaba ya incluida en la primera maqueta del dúo, grabada en 1999. Entonces se llamaba La vida es la hostia ; ahora, rebautizada como Monstruos , es una de las 12 canciones que componen el nuevo disco de Estopa, Voces de ultrarumba , a la venta el próximo 22 de noviembre.

FINITO DE CORNELLA

El título responde a la historia que David y José Muñoz desarrollan en la portada y en el libreto interior del CD, en los que aparecen asistiendo al espectáculo de un esquelético rumbero de ultratumba apodado Finito de Cornell . Pero también admite una interpretación en clave musical: en su cuarto disco, Estopa sube la apuesta por ese maridaje de rumba y rock que ha sido fuente de inspiración para fenómenos de temporada como Melendi y El Arrebato, pero se aventura un paso más allá y llama a las puertas de géneros como el pop, el bolero, la bossanova, el reggae y el rap. "Es un disco que tiene muchos colores --señala José Muñoz--, aunque la esencia es la misma de siempre: canciones rockeras con rumba".

Después de grabar entre Barcelona y Madrid, el dúo catalán mezcló las canciones de Voces de ultrarumba en los despampanantes estudios PKO, situados en la lujosa urbanización Las Lomas de Boadilla del Monte. Allí, rodeados de comfort y acompañados por el mismo equipo de producción de ¿La calle es tuya? --Pancho Varona, José Antonio Romero y Antonio García Diego--, David y José Muñoz hacen un paréntesis en su apretada jornada para presentar sus nuevas canciones. Son éstas:

MALABARES

La frase "esto es... Estopa" abre el disco y sirve de introducción a este irresistible número de rock rumbero marca de la casa con una percusión de batucada y una brillante guitarra de Antonio García Diego. "Arranca duro", observa David. Bien cierto.

QUE SUERTE LA MIA

El dúo pisa el freno. "Esto es una rumba de arriba a abajo", comenta José. Es verdad, aunque a veces se dan un aire latino y en una estrofa lanzan un guiño al Hotel California de los Eagles. "Es la favorita de nuestro viejo".

VACACIONES

Elegida por la compañía como primer sencillo, ya suena en algunas radios. "Es nuestro color más popero", apunta José. La letra, una de las más certeras del disco, incluye toda una declaración de intenciones: "No queremos cambiar de rumbo / con los pies en el subsuelo / y si la cosa se tuerce / pues cogemos y nos vamos pa´l pueblo".

A NINGUNA PARTE

Un ritmo de bossanova sostiene la canción menos estopera del disco. Visiones nocturnas y taxis sin destino. "Esta es para conducir de noche entre luces amarillas", comenta David de forma algo enigmática. García Diego aporta un solo de lo más santanero.