Wendy Guerra ha sido la primera en inscribir su nombre en el Premio Bruguera Editorial, un galardón que pretende dar a conocer nuevas voces en el panorama literario. La autora cubana ganó el certamen, al que concurrían 300 obras inéditas, con Todos se van , donde ha reescrito sus diarios de infancia y adolescencia. Eduardo Mendoza, que elegía en solitario al ganador, destacó "la autenticidad y sinceridad" de la novela. Para Mendoza, la obra describe "sin prejuicios de ningún tipo" una conflictiva vivencia personal y social y se convierte en un "viaje instructivo y enriquecedor".

La gestación del libro fue también una odisea para la autora que sirvió para encontrarse a sí misma. Tras el fallecimiento de su madre, Guerra viajó a Barcelona y se plantó en el despacho de Carmen Balcells con el manuscrito de Posar desnuda en La Habana. Diario Apócrifo de Anaïs Nin bajo el brazo. La agente le invitó a recuperar sus diarios de infancia y adolescencia."Todos se van es "un zumo de todos los diarios".