Tras seis días de disputas políticas y mediáticas parece que finalmente Womad se quedará en Cáceres, al menos otra edición. El final parecía irreversible el pasado 18 de enero cuando la consejera Leonor Flores anunció la decisión de Womad de retirarse "definitivamente" de Cáceres tras rechazar una serie de propuestas del consorcio Gran Teatro --Junta, Diputación y Ayuntamiento de Cáceres y Caja Extremadura--. Ese mismo día, Flores anunció un festival alternativo extremeño. Pero la alcaldesa Carmen Heras y el presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, se mostraron desde el principio partidarios de retomar las negociaciones.

Womad explicó en una nota de prensa que su retirada se debía a que las condiciones impuestas por el consorcio "no se podían considerar puntos a negociar, sino preceptos infranqueables que debíamos asumir si queríamos continuar en Cáceres. Womad no está donde no se le quiere".

El día 21 el presidente regional, Fernández Vara, intervino para "intentar salvar la situación", según aseguró. Womad estaba dispuesto a negociar todo, excepto la participación del consorcio en el programa artístico. Finalmente el 23 de enero se acuerda que el festival siga en Cáceres.