Fueron horas decisivas para el país. Este año se cumplen cuarenta de aquel 23 de febrero de 1981 en el que la democracia vivió sus horas más tensas tras la irrupción violenta de Tejero en el Congreso de los Diputados. Décadas después, este episodio crítico en la historia de España sigue empañado de incógnitas y aunque, con el tiempo se han desvelado datos relevantes que han permitido construir un relato más cercano sobre lo que pasó, lo cierto es que la documentación, destruida en algunos casos o inaccesible en otros, ha dificultado la labor para investigadores e historiadores.

En esa búsqueda, la de alcanzar la verdad, ha centrado su labor desde 2005 el profesor Alfonso Pinilla, ahora director del departamento de Historia en la Universidad de Extremadura (UEx), cuya última publicación ‘Golpe de timón. De la dimisión de Suárez hasta al 23-F’ pretende arrojar luz a «un periodo de tiempo que sigue en la penumbra» y aclarar el papel que ejerció el general Juste, responsable en ese momento de la Acorazada Brunete, la división más importante del Ejército español y clave durante los acontecimientos. Este trabajo recoge cinco años de labor investigadora, con fuentes como la documentación privada e informes oficiales que conserva la familia de Juste. Fue en febrero de 2020 cuando Pinilla sacó a la luz los resultados pero el confinamiento paralizó los actos de presentación. Ahora, un año después, y coincidiendo con el 40 aniversario de aquella fecha, recupera la publicación para aportar datos que ayuden a completar los hechos.

Sobre la razón por la que se adentró en el estudio de la Transición y de un episodio tan controvertido en la historia del país, Pinilla asegura que le atrajo «el proceso de cambio político». «Cuando empecé pocos historiadores se atrevían a acercarse a acontecimientos tan polémicos, con tantos vértices y caras como el 23-F, y seguimos siendo muy pocos» , manifiesta.

A diferencia del resto de trabajos, Pinilla arranca el libro con un estudio detallado sobre el contexto social y económico en el que se fraguó el golpe. «Era un momento complicado, con una crisis económica, el descontento social, la crisis terrorista de ETA que en los 80 mata a 90 personas y el malestar de los militares, el ejército está harto de aguantar los continuos ataques sin que Suárez haga algo, por último el gobierno de UCD se cae a pedazos, es la tormenta perfecta, y consciente de este malestar, el general Alfonso Armada maquina forjar un gobierno de concentración contra Suárez, esto llega a Suárez y al Rey y ese plan se desactiva tras la dimisión de Suárez. Es entonces cuando Armada, sin el conocimiento del Rey, plantea escenificar un golpe militar que sirva como revulsivo para ese gobierno de salvación, Armada utiliza a Tejero pero Tejero quería otra cosa, es paradójico que quien protagonizó el golpe también lo hiciera fracasar», expone.

El investigador se adentra en nombres clave de aquella jornada como el Rey. Sobre su figura, se muestra rotundo e insiste en su papel imprescindible. «Logra convencer a los distintos capitanes para que no salgan con las tropas, fue crucial para que el golpe fracase». Otro de los nombres a los que dedica el grueso de sus páginas es al del general Juste, figura cuestionada por ambigua. Pinilla defiende que el militar «no estuvo implicado en el golpe» y sostiene que su labor se centró en «ganar tiempo». «La documentación refleja que su postura fue: ‘si me niego a seguir órdenes, es posible que me quiten la vida o el mando y si me quitan el mando, los 200 tanques estarían a disposición de los golpistas, por lo tanto, y así lo consigna el informe, ‘voy a dar luz verde a la salida de la Brunete’, a él le dicen que la operación cuenta con el apoyo del Rey, y es ahí cuando Tejero asalta el Congreso, Juste llama a Zarzuela y pregunta si allí está Armada y Sabino Fernández Campos pronuncia su icónica frase: «ni está, ni se le espera». Ese es el gran servicio de Juste a la democracia».

La operación Galaxia

La operación GalaxiaTambién se acerca el historiador a uno de los episodios más desconocidos previos al golpe y que también implicó a Juste, porque presidió el consejo de guerra del caso. Se trata de la ‘operación Galaxia’, el precedente de lo que años más tarde fue el 23-F. Para ello, hace mención a documentación como la sentencia del caso y a través de los hechos probados, documenta los detalles de aquella primera operación golpista apodada así porque se fraguó en la cafetería Galaxia de Madrid --ahora un Taco Bell-- que fue ideada por Tejero e Ynestrillas en noviembre de 1978 y que tras una filtración fue abortada por la inteligencia española.