¿Qué efectos ha tenido el confinamiento desde el punto de vista psicológico? ¿Nos ha generado más estrés? ¿Cómo ha afectado a nuestra calidad de vida estar semanas encerrados en casa y aparcar las relaciones interpersonales? Estas son algunas de las preguntas a las que intenta responder Ángel Manuel Castaño con un trabajo de investigación en psicología con el que pondrá fin a un máster que está cursando en la Universidad de Extremadura (UEx).

El estudio comenzó con la recogida de muestras el día siguiente de proclamarse el estado de alarma en España, el pasado 14 de marzo, y concluyó antes de que el país iniciara las fases de la desescalada. Durante ese tiempo, este estudiante extremeño ha realizado más de 330 encuestas entre la población, de distintas edades (desde pequeños de 10 años hasta mayores de 80) y también de todas las comunidades autónomas, y se encuentra en la actualidad en proceso de desarrollo antes de publicar sus resultados en los próximas semanas.

«Estoy utilizando elementos validados para ver la repercusión que está teniendo realmente la cuarentena en la calidad de vida de las personas, que son los factores psicológicos, ambientales e incluso las relaciones interpersonales. Además, también he utilizado la percepción del estrés para conocer cuánto está aumentando ese estrés y si el humor nos está ayudando a paliar un poco los efectos que ha tenido esta situación», explica el autor de este trabajo, graduado en Educación Especial.

A la espera de conocer las conclusiones y valorar el impacto psicológico de la cuarentena, antes de iniciar el estudio Castaño ya partía de una hipótesis objetiva: «Yo planteo que el hecho de no tener relaciones interpersonales y de no haber podido salir, afecta tanto a la condición física como a la condición mental de una persona y realmente nos ha hecho daño. Eso ha podido influir en que, por ejemplo, tengamos una mayor percepción del estrés», señala.

El trabajo parte de la idea de que el confinamiento sí ha tenido un efecto en las personas y así lo intenta confirmar ahora con los datos recogidos durante varias semanas con instrumentos validados. «Evidentemente, la calidad de vida mide también las relaciones interpersonales y ahí se está notando bastante que hay un retroceso en la calidad de vida de todos los españoles».