Las tormentas ocurridas el pasado 3 de agosto en la comarca de la Vegas Altas han causado daños en más de 2.600 hectáreas, fundamentalmente de herbáceos, tomate y fruta, según ha estimado Agroseguro. Entre los herbáceos destacan principalmente el arroz, aunque también el maíz, así lo explica en un comunicado la entidad aseguradora, quien recuerda que esta fuerte tormenta causó importantes daños, fundamentalmente debidos al pedrisco, aunque también por viento, lluvia e inundación. Los municipios pacenses afectados con mayor virulencia han sido Los Guadalperales, Acedera, Gargáligas, Valdivia, Don Benito y alrededores, mientras en la provincia de Cáceres, el más castigado ha sido Madrigalejo.

Actualmente, ya hay diez peritos realizando las labores de tasación, indican, aunque «es importante que los afectados que aún no hayan enviado declaración de siniestro lo hagan cuanto antes» para agilizar la planificación de los trabajos y el posterior abono de las indemnizaciones, señala Agroseguro. Se da la circunstancia de que la misma zona ya se había visto afectada por tormentas de pedrisco, sobre todo durante el pasado mes de mayo. Lo que hace, que el escaso fruto que había conseguido cuajar, en el caso de los frutales, y más concretamente de las ciruelas, se haya perdido por completo ahora.

PÉRDIDAS/ En conjunto, el ejercicio está siendo de «muy alta siniestralidad» para Extremadura, con una estimación que supera los 65 millones de euros, según Agroseguro. Igualmente, esta entidad destaca los daños en fruta por pedrisco y la falta de cuajado y en tomate por lluvia y pedrisco.

Y es que son muchos los agricultores que se han visto afectados por esta condiciones climatológicas adversas, algunos incluso con varios tipos de cultivos afectado. Es el caso de Eusebio Sanz, de Los Guadalperales, quien ha visto como su cosecha de peras se veía tirada por los suelos «a punto de ser recogida, con las cajas ya en los árboles y los jornaleros buscados para el día siguiente». Situación similar han corrido las ciruelas que aún quedaban por recoger «ya que muchas han caído al suelo, pero las que han quedado en el árbol son imposibles de aprovechar porque están destruidas por el granizo».

No es el único. Varios agricultores de Madrigalejo han visto como sus maizales quedaban tumbados por completo por la fuerza del viento y el agua, lo que hace que en muchos casos la planta no se recupere, ya en la fase final del proceso de maduración. Y la misma suerte han corrido muchos olivares, especialmente los más jóvenes plantados en superintensivo, que han sido arrancados de raíz. En este caso, algunos han logrado ser replantados, pero en otros se ha perdido gran parte de la cosecha de aceituna que ha caído al suelo.

Otro de los cultivos que acaban de iniciar su campaña de recogida es el tomate. En este caso, el viento ha barrido con muchas de las plantas, y en otros el fruto ha quedado dañado por el granizo, lo que hará que, con la humedad y las altas temperaturas, hayan proliferado enfermedades que acabarán con el cultivo.