La asociación ecologista Adenex denuncia que la empresa canadiense Mawson Resources Ltd. Inicia los trámites para conseguir el 100% de los premisos de investigación de uranio en Don Benito. Al parecer, el objetivo consiste en conseguir de la Junta de Extremadura dos permisos de investigación en las zonas de La Haba, Corredor de la Guarda y Las Cruces-Manantial (17.837 hectáreas) durante tres años. Según recoge la agencia Europa Press de fuentes de los ecologistas, la empresa canadiense ya se ha asegurado cuatro derechos de explotación de uranio en la provincia de Salamanca y que abarcan 11.400 hectáreas.Adenex indica que en la región se han explotado varios yacimientos de uranio en las minas de La Haba, localizadas en Campanario, Quintana de la Serena y La Haba, pero se paralizaron en 1990. Asimismo, reseña que las minas Hoya del Lobo y Pedregal se utilizaron como cementerio de residuos radiactivos, con el secretismo, a juicio de la organización, de la industria nuclear. "Los extremeños no conocemos aún la naturaleza exacta de los residuos depositados, ilegalmente, a principios de los años 70, procedentes de un accidente que tuvo lugar en un reactor experimental de la Junta de Energía Nuclear, en Madrid, ni el contenido de los 577 bidones procedentes del CIEMAT, depositados en 1993. Seguramente, nunca lo sabremos". En opinión de Adenex, las explotaciones de uranio conllevan un tipo de minería "muy agresiva" con el medio ambiente por la extracción propia del mineral, el movimiento de miles de toneladas de tierras y la destrucción del paisaje. Además, insiste, está "sobradamente demostrada", a través de trabajos científicos y estudios epidemiológicos, la relación causa-efecto entre la actividad minera del uranio y diferentes enfermedades de riñón y de pulmón, además de cáncer. Por otra parte, la minería del uranio sirve para proporcionar combustible a las centrales nucleares, industrias "probadamente inseguras, peligrosas y contaminantes", además de "innecesarias" para la producción de energía en Extremadura. El área en la que se pretende realizar la explotación minera conserva dehesas de encinar de "gran interés" ecológico y paisajístico, con gran variedad de fauna y flora, formando parte de la Red Natura 2000 de espacios protegidos de la Unión Europea. La mina se encuentra en el borde del río Ortigas, que desemboca en Medellín, por lo que un accidente o vertidos involuntarios podrían afectar a las Vegas Bajas del Guadiana. "La Junta de Extremadura no debería conceder a los canadienses de Mawson Resources las autorizaciones para emprender esta explotación, negándose a vender territorio para un proyecto contaminante y de alto riesgo para la seguridad y la salud humana".