Importante movilización agraria la vivida ayer en la comarca de Vegas Altas, cuando unos 500 tractores cortaron la intersección de la Nacional 430 con la autovía autonómica Ex-A2, a la altura de Ruecas, en el término municipal de Don Benito.

La movilización fue convocada por la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena (Agryga) y secundada por otros colectivos agrarios. El objetivo era protestar por los bajos precios que perciben por sus cosechas. Se sumaron tractores también de Miajadas, Don Benito, la zona de Santa Amalia, además de otros muchos agricultores de puntos más lejanos como las Vegas Bajas o La Siberia, que acudieron en coches.

De forma pacífica y restando tiempo a las labores en sus explotaciones que se intensifican a partir de ahora tras el cese de las lluvias, los agricultores dijeron «basta» a una situación «insostenible», para ellos.

Una protesta por los escasos márgenes en prácticamente todos los cultivos que auguran un futuro incierto. De hecho algunos afectados hablan de ruina.

La tractorada tenía como finalidad exigir respeto, según recalcaba el presidente de la asociación de agricultores de Villanueva de la Serena, Herminio Íñiguez.

BAJOS PRECIOS Y ALTOS COSTES/ De este modo, protestaban por la bajada continua de los precios de sus cultivos y el incremento de los costes que sufren sus explotaciones.

Herminio Íñiguez explicó la situación que sufren los agricultores de la región, sacando adelante sus cultivos, que no ofrecen rentabilidad y cuyos beneficios no alcanzan los costes de la producción.

A su juicio, de esta situación no se hace cargo la Administración regional, que «echa balones fuera» y culpa al Gobierno nacional de estos problemas.

Por ello, ha exigido a la Junta de Extremadura que «deje de mirar a Madrid, nos defienda y proteja, y no permitan precios que van por debajo de los costes».

En este sentido, ha apostado por la creación de aranceles en cultivos como el maíz o el arroz, para obtener, al menos, un 20% de rentabilidad en sus cultivos, una fórmula que Íñiguez considera «complicada», pero «necesaria» para proteger al agricultor.

Añadió también que en el sector de la fruta, un cultivo con más de 7.000 euros de costes por hectárea, «si no se cubren, como está ocurriendo, significa la ruina de una casa».

La primera de las movilizaciones de los agricultores fue también respaldada desde colectivos como La Unión, dirigentes de UPA-UCE a título particular y Apag Extremadura Asaja, cuyo presidente, Juan Metidieri, ha invitado a los políticos a «reflexionar y sentarse con los que pisan el terreno día a día y resolver los problemas que se presentan».

En declaraciones recogidas por Efe, el portavoz de la organización agraria ha recordado que Extremadura no se podría entender sin agricultura ni ganadería, por lo que «no se puede poner en riesgo la principal generadora de mano de obra y riqueza de esta comunidad».

Ante esta situación «lamentable» que sufre el campo extremeño, ha insistido en que la región va a continuar siendo campo pero «no se puede permitir que estemos abandonados por los principales representantes políticos». Al respecto, ha considerado que «hay que poner freno» a esta situación desde la administraciones competentes, dejando a un lado la normativa que dificulta el trabajo diario del agricultor y «que conozcan de verdad lo que hay en el campo».

La manifestación de ayer es la primera de una serie de movilizaciones, pues aseguran que si, al final de campaña, la Junta «sigue en el mismo tono» y los precios continúan en el mismo camino, los agricultores incrementarán sus protestas.