La Virgen de la Aurora, conocida como la Carrerita de Villanueva, se ha quedado sin su nueva corona. Unos desconocidos asaltaron en la madrugada del jueves su ermita, en el paraje de San Miguel, de donde también se llevaron la megafonía, utensilios sagrados para la celebración de los oficios religiosos, como el cáliz, el copón, la patena y la vinajera. Además revolvieron el mobiliario de la sacristía, y forzaron la puerta de arriba.

En una primera valoración calculan que lo sustraído supera los 6.000 euros, pues solo la corona le costó a la hermandad, hace cuatro años, 3.000 euros. Está hecha a mano, en latón y tiene un baño de oro, apuntó el presidente de la cofradía, Juan Vicente Manchado.

Lo peor fue ver cómo quedó la imagen de la Virgen, pues los presuntos ladrones no se conformaron con robarle la corona sino que también le pusieron la peluca del revés, tapándole la cara y le rompieron el velo que estrenó el día de la Carrerita. "Me ha dolido mucho, y casi se me saltan las lágrimas cuando he visto a la Virgen sin la corona, la peluca al revés y la cara tapada; ha sido una sensación extraña", declaró un triste Manchado.

El rector de la ermita, Juanfran González coincidía en afirmar que "duele mucho pero ha sido más el destrozo, y que no entendemos que van a hacer con la corona y los vasos sagrados".

OLEADA DE ROBOS Esta ermita es una víctima más de la oleada de robos que están sufriendo las iglesias y ermitas de La Serena y las Vegas Altas. El último conocido fue la pasada semana en la ermita de las Cruces de Don Benito pero antes habían entrada en la iglesia de Santiago, en la plaza de España. También han profanado los templos de las localidades Esparragosa, Campanario, Mengabril, Medellín, Gargáligas y Valdehornillos.

En el caso de Villanueva, los autores forzaron las rejas de una de las ventanas de la sacristía con un gato que abandonaron allí, entre los cristales rotos, incluso les dio tiempo a tomarse un refresco que dejaron a medias dentro de la sacristía y, que según Manchado, estaba guardado desde el 2008 en un pequeño almacén desde que sobrara de la garbanzada del pasado año.

La voz de alarma la dio el guarda, tras ver una vela tirada en el camino por lo que llamó al presidente (él tiene la llave) y se confirmaron sus temores.

A pesar de las circunstancias, se mantendrá la garbanzada prevista para este sábado y que ya se ha convertido en una tradición, aunque la Carrerita tendrá que lucir la corona antigua.