La Guardia Civil busca a los autores del asalto sufrido por la sucursal de Banca Pueyo en la localidad de Medellín en la madrugada del pasado viernes al sábado. Un asalto fallido en cuanto a la obtención de un gran botín, pero en el que se registraron importantes destrozos. Según algunos vecinos de la zona, el suceso pudo tener lugar en torno a las seis de la mañana, cuando la oficina, por supuesto, se encontraba cerrada al público. Fue a esa hora cuando algunos vecinos sintieron un enorme ruido al que en principio no dieron importancia mientras dormían.

Pero la película de los hechos comenzó antes. Al parecer, y para perpetrar su plan, los atracadores se dirigieron en primer lugar a una huerta de las afueras de Medellín, donde sustrajeron una transpaleta tipo Fenwick. Con esta máquina llegaron al exterior de la oficina.

A continuación, arrancaron una de las ventanas de la fachada lateral de la sucursal palanqueando con la máquina. El intento de los ladrones por apoderarse de un botín más suculento resultó al final fallido y tuvieron que conformarse con algunas monedas sueltas de la ventanilla de atención al público, antes de darse a la fuga, no sin previamente causar importantes destrozos en general.