Llegadas estas fechas navideñas, Campanario se convierte en punto de peregrinación para quienes quieran contemplar un espectacular belén, el de Maruja González. La Romería de Piedraescrita y el popular nacimiento de Maruja son sin duda atractivos turísticos de Campanario; uno el lunes de pascua y el otro desde el puente de la Inmaculada hasta el día de Reyes.

Colegios, familias, emigrantes y grupos en general visitan este belén, situado en el desván de la casa de Maruja, en la calle Camino del Torruco, junto al paseo de Extremadura de Campanario. Puede visitarse de 12 a 14.00 horas por las mañanas y de 16.00 a 18.30 horas por las tardes. Los visitantes pueden estar el tiempo que quieran. Durante la visita, el belén, que ocupa casi trescientos metros cuadrados, se ilumina para recrear el día y se oscurece para hacer lo propio con la vista nocturna, aunque con luces especiales que le dan mayor encanto. Son estructuras únicas, artesanales, hechas en su día por Maruja y por su marido, Pedro Moruno, que falleció hace unos años, y al que Maruja recuerda emocionada.

Los dos fueron coleccionando, década a década, una multitud de figuras, hasta 7.500 contabiliza Maruja; muchas de ellas únicas y otras adquiridas en establecimientos de distintos puntos de España. Toda una vida dedicada a un nacimiento que no se desmonta en todo el año, aunque solamente puede visitarse en Navidades. Tras la inclusión de escenas típicamente extremeñas en el belén, el desván se ha quedado pequeño y Maruja solo se plantearía una ampliación trasladando todo a una nave de mayor tamaño, pero esa labor, reconoce, la dejará mejor para sus hijos; especialmente una de ellas, que es apasionada del popular nacimiento.

Nacida en Aceuchal, Maruja González recaló en Campanario de la mano de su marido, Pedro, que era viajante y que tenía en esta localidad un lugar más estratégico para su trabajo. Aunque comenzó con la afición belenista en su localidad natal, ha sido en Campanario donde se ha hecho más popular, conocida en toda España y con felicitaciones recibidas hasta de Moncloa, e incluso del extranjero, como el mensaje que en su día le envió el Papa Juan Pablo II. Año a año, Maruja se acerca al medio siglo de vida de su belén. ¡Qué efeméride más ideal para que Campanario le tribute un merecido reconocimiento a este gancho turístico del pueblo!