Las obras que se han llevado a cabo en la confluencia de las calles Alcollarín y Barrial con la plazoleta de San Gregorio prácticamente finalizaron ayer con los últimos remates de la señalización vial horizontal, por lo que está previsto que a lo largo de este fin de semana se abra a la circulación rodada.

Los trabajos ejecutados por el Ayuntamiento de Don Benito han posibilitado dar un nuevo aspecto a este nudo urbano de importante tránsito entre las zonas norte y este del casco urbano.

Para dar solución a dos problemáticos cruces se han construido dos rotondas que canalizarán el tráfico de la zona. El desnivel existente en la zona se ha atenuado con un espacio ajardinado dotado con rampas accesibles; todo ello además con el mobiliario urbano correspondiente y aparatos infantiles de recreo. Las aceras se han ensanchado.