Los trabajadores de Unión Bus se concentraron ayer a las puertas de la Presidencia de la Junta de Extremadura para protestar por el impago de sus nóminas por parte de la empresa, circunstancia que ésta achaca a una deuda de 150.000 euros por parte de la Administración regional.

En declaraciones a Efe el secretario de Organización del Sindicato Libre de Transporte de Extremadura (SLTEX), Ángel Palacios, aseguró que este colectivo lleva todo el año sin cobrar su nómina y la empresa debe unos 6.000 euros a cada trabajador.

Palacios ha explicado que la empresa alega que este impago se debe a que la Junta no paga los servicios que tienen establecidos y que, por ello, no tiene dinero para abonar las nóminas. En la reunión que mantuvieron empresa, trabajadores y Junta, la Administración regional «reconoció que hay una deuda, pero también que los servicios no están justificados y, mientras no se justifiquen, no va a dar la orden de pago», manifiesta Palacios.

A su juicio, «algunos de esos servicios se podrán justificar pero otros no, porque las máquinas de los autobuses están obsoletas», si bien garantiza que los servicios se han hecho porque no hay reclamaciones de viajeros. Ayer informaron de la situación a los grupos representados en la Asamblea.