Un impresionante gentío despidió ayer en Don Benito a la Virgen de las Cruces con motivo del regreso a su ermita. Miles de personas acompañaron a la patrona de la localidad y la comarca, no solamente en su despedida de la ciudad, sino que también recorrieron los siete kilómetros que separan el casco urbano del santuario donde permanecerá hasta finales de septiembre del próximo año.

Después de más de dos semanas de estancia en Don Benito, la Virgen salió al amanecer de la iglesia de Santiago. La plaza de España, abarrotada de gente, fue testigo de uno de los momentos más emotivos de la jornada.

A continuación, y con mayor protagonismo femenino este año a la hora de llevar al paso, la patrona dombenitense inició su procesión por la calle Virgen hasta llegar a la rotonda de las Cruces. Allí, brazos en alto, los Amigos del Camino, elevaron el paso entre aplausos de los asistentes. Atrás quedó después Don Benito, con los primeros rayos de sol iluminando la carretera del Valle, repleta de fieles. Tras el saludo ante el Santo Jabero, el paso definitivamente fue alejándose de la ciudad; arropándole, muchísimos peregrinos, de todas las edades, haciendo el camino a pie.

DIA EN EL CAMPO Ya en la ermita, el obispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez, ofició la misa, que precedió a la procesión alrededor del santuario y la entrada definitiva de la Virgen de las Cruces en su capilla. El clima, calurosísimo, fue propicio para disfrutar de la tradicional jornada de romería en los alrededores de la ermita y en casas de campo aledañas.

Entre las novedades que ha presentado este año el paso de la Virgen cabe destacar su nueva corona. Este ornamento ha tratado de dignificar el paso, ya que la anterior estaba en avanzado estado de deterioro.