La datación de los restos de un antiguo puente de Medellín aparecidos en las últimas semanas está por concretarse y será necesaria una nueva campaña de excavaciones para determinar si finalmente se trata de un viaducto totalmente de época renacentista o si, por el contrario, contiene mezcla de renacentista y romana.

Así se desprende de los trabajos de exhumación de siete pilares del antiguo puente llevados a cabo con dotación económica del Ayuntamiento de Medellín con supervisión técnica a cargo de arqueólogos de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, cuya titular, Leire Iglesias, acompañada por el alcalde Antonio Parral, visitó ayer la zona junto con la secretaria general de Cultura, Miriam García Cabezas.

Los trabajos de desenterramiento se iniciaron a finales de 2018 en una iniciativa incluida en el Año Europeo del Patrimonio y por colaboración conjunta entre el Ayuntamiento y la Junta de Extremadura dirigida por el arqueólogo de la Consejería de Cultura Santiago Guerra.

Guerra ha explicado que se conservan siete pilares en la margen derecha del río, dos de ellos volcados y que han permitido un mejor estudio, pues se conserva mayor parte de la estructura que en el resto. Con una altura de nueve metros, permite imaginar cómo podía ser este puente del que se han recuperado numerosos sillares y marcas de los canteros que trabajaron en su construcción y que ahora se encuentran bajo estudio. El arqueólogo ha señalado que la estructura de este puente presenta un proceso de reforma y la construcción sobre otra más antigua aún por determinar.

Según Guerra, quedarían importantes restos del puente con pilares en la margen izquierda que contribuirían a su datación.

Tras las últimas excavaciones, los expertos han podido constatar que se trata de un puente con 28 arcos, algo más bajo que el actual y de similar longitud, cerca de 400 metros.

sin dinero municipal / Lamentablemente la inversión por parte del consistorio tiene que pararse por limitaciones económicas, apuntó el alcalde. Por ello, solicitó un mayor apoyo a la Junta de Extremadura para poder conocer los orígenes de la localidad que, asegura, «va a seguir deparando hallazgos de la magnitud de estos últimos descubrimientos».

Los últimos estudios se centran ahora en saber si esta construcción es el puente de la ciudad romana de Metelinum o pilares del propio puente renacentista que años antes fueron arrastrados por las riadas.

Esto sucedió, según Guerra, porque el puente renacentista tenía un defecto de construcción y es que carecía de contratajamares, que favorecen la creación de remolinos en la bajada del agua y contribuyen a que la corriente socave su cimentación. Una situación que se cree provocó que el puente del siglo XVII no fuera construido sobre el anterior.

La consejera, por su parte, dejó entrever la apuesta de la Administración por este tipo de yacimientos con aportación económica para futuras campañas para «poner en valor, investigar y conocer nuestra historia».