El Ayuntamiento de Don Benito empieza hoy la retirada selectiva de escombros y el arreglo de las paredes medianeras de las traseras de la iglesia de Santiago descubierta tras el derribo del antiguo hospicio. Por este motivo, el alcalde Mariano Gallego (PP) ha solicitado por carta al consejero de Cultura, Francisco Muñoz, que envíe los técnicos que considere oportuno para supervisar los trabajos.

Aviso que nace del expediente administrativo que la Junta de Extremadura ha abierto al ayuntamiento precisamente por este derribo. Según Gallego, suspendió los trabajos cuando así se lo requirió la Junta, pero ha vuelto ha pedir autorización para la retirada de escombros, tarea para la cual se precisa la presencia de técnicos de la consejería.

Además, Gallego asegura que decidió su derribo por seguridad pública, puesto que estaba en ruina, y tras conocer los informes de arquitectos y especialistas que negaban el valor cultural o histórico del edificio.

Por este motivo, en el escrito se puede leer: "Le ruego personalmente que sea usted quien se desplace hasta Don Benito para conocer el verdadero patrimonio histórico-artístico de Don Benito, del que carece por completo de conocimiento al habernos privado de su visita desde hace 10 años". Y añade que de esta forma podrá enterarse directamente de lo ocurrido con tal teatro, de cuya existencia fue el consistorio el que les informó. El fin es que "tal conocimiento le ayude a resolver con acierto, imparcialidad y sentido de equidad las resoluciones que tenga que dictar".

Respecto al expediente administrativo, el alcalde pidió ayer que se resuelve rápidamente para que no entorpezca los proyectos que tienen para la zona. Consisten en declarar exenta la iglesia de Santiago y dejar a la vista la parte de atrás del edificio que lleva más de 300 años tapado. Para ello adquirieron el hospicio cuyos terrenos, una vez se retiren los escombros, se destinará provisionalmente a aparcamientos hasta que se desarrolle el proyecto completo. En él se contempla también el derribo del antiguo colegio Francisco Valdés, de forma que se cree una gran plaza con salida a las calles Consuelo Torres y Cecilio Gallego.