Don Benito quiere ser destino turístico para los amantes de la naturaleza y con esta intención, la Escuela Taller Doña Blanca construye tres chozos para convertirlos en alojamientos rurales en la finca municipal del mismo nombre. Los alumnos se forman en la especialidad de construcción rural y una vez acaben, adecuarán una zona de acampanada y una nave comedor. Estarán en septiembre del 2009.

Los chozos se están levantando en un alto para aprovechar la vista que ofrece el paraje, y cerca del lago. Cada uno tendrá plaza para ocho personas y se han edificado a semejanza de los antiguos: recubiertos de piedra y el techo cubierto con brezo. El ayuntamiento ampliará las normas de uso existentes para este paraje para incluir estos nuevos servicios y establecerá una tarifa para pernoctaciones.

Son 15 jóvenes de 18 a 25 años los alumnos de esta escuela taller, y lo más significativo es que ocho son mujeres. José Manzano es uno de ellos y explicaba ayer que hay buen ambiente. Reconoce que las mujeres son más detallistas en el trabajo. "Les cuesta más hacer el trabajo duro, pero son más finas trabajando y guardan más los detalles". Algo en lo que coincide su compañera María José Morcillo, quien además de la salida profesional en el sector de la construcción, le encuentra otras utilidades. "Puedes hacer cosas en casa si no encuentras a un albañil, aunque a mí me gustaría encontrar trabajo en esto porque la verdad es que me gusta mucho".

Este taller forma a parados y sin estudios en una especialidad profesional en auge como es la construcción rural. También les ofrece una formación integral e incluso 13 estudian para tener el título de la Educación Secundaria Obligatoria.