Dos camareros del bar El Tordo, en la avenida de Madrid de Don Benito, Alexis y Raúl, no olvidarán la noche del 20 de febrero. Eran casi las once de la noche del miércoles cuando cerraban el establecimiento. Dos encapuchados entraron en el bar y les encañonaron. Un atraco a punta de pistola en el que los presuntos ladrones se llevaron unos 2.000 euros.

Según cuentan los camareros, acababa de finalizar el partido de fútbol de la Champions entre el Milan y el Barcelona. Se habían ido ya los últimos clientes y se disponían a cerrar cuando entraron los dos encapuchados. "Esto es un atraco, dadnos todo el dinero", gritaban en castellano aunque con acento extranjero. Uno de ellos apuntaba con una pistola, un arma corta con silenciador. El otro iba provisto de una barra de hierro. Los atracadores cerraron la verja del local para actuar con mayor impunidad.

Atónitos e incrédulos todavía por la escena, los dos empleados del bar contestaron en primera instancia a los asaltantes "que se dejasen de cachondeo", a lo que los atracadores respondieron que "no era nada de cachondeo" y dispararon un tiro al aire, cuya señal todavía puede verse en el techo del bar.

Posteriormente, los dos ladrones obligaron a los camareros a tumbarse en el suelo boca abajo. Raúl, uno de los empleados, tremendamente nervioso, dijo a los ladrones que por favor no les hiciesen nada. "Somos solo unos unos humildes trabajadores", replicó con voz entrecortada a los malhechores. La respuesta del cabecilla fue encañonar a Raúl en la espalda. Ese impactante momento provocó en Alexis un tremendo ataque de ansiedad a la vez que arrancaba a llorar, presa del pánico.

A continuación, tanto Raúl como Alexis fueron encerrados en los lavabos del bar. Los camareros, todavía en los servicios, oyeron cómo los asaltantes abrían nuevamente la puerta del establecimiento para huir, aguardaron un minuto y salieron a pedir ayuda. Pararon a un coche en la carretera para llamar a la policía, ya que les habían quitado también sus móviles.