El acusado de ser el responsable del criadero ilegal de perros hallado en Don Benito en 2015 reconoció ante la Guardia Civil que era él el que practicaba las intervenciones quirúrgicas a los animales en sus instalaciones.

Así lo declararon agentes del Seprona en la segunda sesión de la vista oral por este caso que se celebró ayer en Don Benito.

Según dichos agentes, el acusado reconoció durante el registro «con toda naturalidad» que «les practicaba cesáreas, asistía los partos, les cortaba las cuerdas vocales para no molestar a los vecinos y les cortaba el rabo al nacer, por estética», a los animales.

Así, en las diligencias abiertas por la Guardia Civil, aparece el hallazgo del instrumental para coser, hasta 200 jeringuillas, más de 90 microchips y medicamentos como primperán y oxitocina, además de antibióticos sujetos a prescripción médica.

En cuanto al estado de los 55 perros, se puso de manifiesto que las instalaciones no reunían las condiciones higiénico-sanitarias para acogerlos. Además, en el registro encontraron certificados de vacunación «que no corresponden con los oficiales». Basándose en las pruebas, el Seprona reitera los delitos de falsedad documental, estafa y maltrato animal e intrusismo profesional.

Ayer también testificaron los veterinarios, que intervinieron como peritos y que coincidieron al señalar el «pésimo» estado de salud en el que se encontraban los perros, pues fueron hallados enjaulados, y hacinados en pequeñas jaulas donde convivían hasta cuatro juntos. Al día de hoy los siguen asistiendo.