El joven dombenitense Alberto Banda exhibe en su casa un belén de grandes dimensiones con peculiaridades especiales. Sus decorados están realizados con materiales reciclados, habiendo empleado desde bolsas de basura, hasta pvc y utensilios desechados del taller mecánico donde trabaja.

El belén se halla en su domicilio, un primer piso encima del taller que regenta su familia, en la calle Palomar, esquina a la avenida de Córdoba. De ahí que entre los visitantes del nacimiento no solo estén los vecinos, sino los propios clientes. En la realización ha colaborado toda la familia. Lo más costoso de hacer ha sido el río, que tiene incluso peces vivos. El montaje es resultado de muchas horas de trabajo que ahora puede visitarse hasta el día de Reyes.