Don Benito acogerá a comienzos del mes de diciembre un festival de títeres. La iniciativa, que tendrá lugar por primera vez, pretende poner el broche de oro a un proyecto en el que han trabajado conjuntamente este año el Ayuntamiento de Don Benito y la asociación juvenil Achikitú y que ha tenido como finalidad promocionar el títere como elemento de educación en valores.

La iniciativa, abanderada por las concejalías de Cultura y Juventud, lleva fraguándose durante este año y es ahora, en estos últimos meses del 2016, cuando se van a visualizar los resultados.

El festival tendrá dos escenarios principales. Por un lado, la casa de cultura acogerá los espectáculos más profesionales, y, por otro lado, también habrá actuaciones en la zona comercial del resto de grupos o asociaciones, si el tiempo acompaña.

En los últimos meses se impartido un taller de títeres por parte de la asociación Achikitú dirigido a representantes de colectivos educativos y sociales de Don Benito y comarca. El taller proporciona conocimientos sobre la clasificación de los tipos de títeres, así como de las técnicas para su elaboración e interpretación.

MÁS DESTINATARIOS / Según Ángel Sánchez, presidente de Achikitú, hasta ahora el taller se ha impartido de puertas para adentro, con asistencia de voluntarios y de algunos representantes de colectivos de personas en exclusión social. Ahora ha llegado el momento de ampliar el abanico de destinatarios acogiendo a más personas del ámbito educativo y asociaciones de distinto tipo, pero sobre todo que trabajen en educación en valores.

El taller consta de una primera parte más teórica con un breve acercamiento a la historia del teatro de títeres y sus diferentes técnicas, mediante el uso de material audiovisual, imágenes y títeres realizados por artistas, conociendo conceptos como el teatro de sombras, teatro negro, títere de guante, teatro guiñol, muñecos de varilla, marionetas y fantoches, definición de un títere, entre otros.

La segunda parte aborda las técnicas para la elaboración de títeres, el diseño y confección del vestuario, la construcción de un retablo o espacio escénico, escenografía y utilería.

Finalmente se trata de ver a los títeres en acción, utilizando historias, dramatizaciones, transitando lo expresivo y jugando a ser titiritero mediante el movimiento y la animación de los muñecos-títeres, trabajando la respiración, sensibilización y creatividad vocal, construcción de personajes, desarrollo de la fantasía, la magia, la imaginación, la atención y el interés, relación títere-niño titiritero, acercamientos al guión dramático, improvisación y puesta en escena.

Los destinatarios son jóvenes, niños y adultos o representantes de asociaciones juveniles y culturales que trabajen con personas en riesgo de exclusión social. El porqué de este requisito es conseguir hacer el efecto multiplicador, ya que de este modo, una vez participen los representantes, se les imparte las claves para fabricar e interpretar con títeres y enseñar en sus colectivos, según explicó Ángel Sánchez.