Ante la tormenta y el viento y granizo del pasado viernes, que han dañado frutales y producciones de tomate y maíz en Vegas Altas, la organización agraria Apag Extremadura Asaja insta a la consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio a que cree de inmediato un fondo de contingencia para paliar los daños ocasionados. Esta organización considera prioritario crear este fondo con el que bonificar a los damnificados por los daños, ya que de esta manera se garantizará que los agricultores reciban algún tipo de ayuda para compensar las pérdidas. A pesar de que Apag Extremadura Asaja haya solicitado en diversas ocasiones que se lleve a efecto este reclamo generalizado por los agricultores, la respuesta de la Junta «ha sido mirar hacia otro lado», dicen. Ante la adversa climatología y el grave perjuicio que ocasiona en las explotaciones extremeñas, Apag Extremadura Asaja solicita que el compromiso de la Junta con el campo se materialice «en este tipo de situaciones delicadas que ponen en jaque la economía de miles de agricultores extremeños, que cuentan con sus explotaciones como único sustento de vida».

Desde esta organización aseguran que la creación de un fondo de contingencia ha sido reclamada en diversas ocasiones «pero lamentablemente la respuesta de la consejería ha sido el silencio». Si bien los efectos de la climatología no pueden evitarse, dicen, «sí se les puede dar la solución que solvente los estragos que ocasionan». Por este motivo, Apag Extremadura Asaja exige que la Junta «empiece a poner sobre la mesa medidas de gran calado» como el fondo de contingencia, para que este «varapalo sea lo más llevadero posible». Igualmente, esperan que las peritaciones de Agro//seguro se lleven a cabo lo antes posible.

La circunstancia climatológica que se vivió el viernes en las Vegas Altas no es novedosa, ya que la pasada primavera un nuevo temporal de lluvia y pedrisco castigó los campos de la comarca. En aquel momento, resultaron especialmente afectadas por el granizo las ciruelas, «y la poca ciruela que cuajó se ha rematado con esta última tormenta, por lo que está siendo un año desastroso». Así lo señala Herminio Íñiguez, presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena (Agryga), quien añade que ha caído mucha fruta «al aire por las fuertes rachas de viento, pero también ha arrancado frutales y olivos de raíz». Las explotaciones en superintensivo han sido las más afectadas «ya que son plantaciones jóvenes y las ha destrozado, por lo que los costes ahora serán altos para recuperar la plantación».

CULTIVO DE TOMATE / Por otro lado, el tomate, que acaba de iniciar la campaña de recolección, también se ha visto dañada «ya que eran plantaciones tempranas y ha deshecho la mata», dice. Sin embargo, hay otros daños colaterales para el campo a consecuencia del temporal. Según Íñiguez, el granizo ha hecho daño tanto en el fruto como en la planta, «lo que provocará pudriciones». Mientras, donde no ha afectado el granizo, «la lluvia va a provocar enfermedades como el mildiu y el oidio que ya se están viendo», añade.