El fuego y el embrujo de la tradicional hoguera de San Juan que ardió en la medianoche del lunes al martes volvió a congregar a miles de dombenitenses y vecinos de pueblos de la comarca. La plaza de las Albercas fue una vez más el punto de encuentro para presenciar un espectáculo en el que el fuego se convierte en auténtico protagonista.

Puede que sea por la vistosidad de las figuras que se queman, quizás tenga algo que ver la espectacularidad del fuego o puede que cada vez haya más confianza en que los deseos que se echan a la hoguera se cumplan.

PAPELES CON EL DESEO

Y es que, como marca la tradición, tanto niños como jóvenes o mayores suelen acudir con su papel en la mano y su deseo escrito, el cual depositan en un buzón que posteriormente vuelca su contenido en el fuego.

Este año fueron pasto de las llamas una réplica del petrolero Prestige y otra de la Torre de Hércules de La Coruña; unas figuras que hacían alusión indirecta al naufragio del petrolero y al desastre ecológico, cumpliendo así con la dinámica de plasmar un acontecimiento importante del año transcurrido.

Las figuras son realizadas por un grupo de vecinos, entre herreros, albañiles y carpinteros, que utilizan materiales como listones de madera, aglomerados y bastante cartón.