El cambio de gobierno en algunos ayuntamientos de Vegas Altas no ha sentado muy bien, ya que tras el aterrizaje de los ejecutivos de distinto signo político al de los salientes se han destapado los problemas económicos de varios consistorios, que se traducen en astronómicas deudas. Una herencia nada agradable.

En Santa Amalia, por ejemplo, donde ahora gobiernan en coalición el partido independiente Progreso Amaliense y el PP, las cifras que arroja la auditoría interna realizada son preocupantes, pues la deuda municipal supera los 2,7 millones de euros, de los que 1,2 millones se deben a la Seguridad Social.

Tal y como indica el alcalde amaliense Manuel Barroso esta deuda "es una auténtica barbaridad" para un pueblo de 4.300 habitantes.

Las soluciones para afrontar esta situación son claras: privatizar algunos servicios, como la piscina o nuevas construcciones, hacer convenios con cajas de ahorro para conseguir créditos a largo plazo, enajenar patrimonio y revisar varias tasas.

En mejor situación no está la entidad local menor villanovense de Valdivia que, con unos 2.500 habitantes, arrastra una deuda de algo más de un millón de euros, lo que supone "un lastre", como afirma el alcalde Inocencio Fernández (PP).

En este caso, la solución que plantea el alcalde es la de refinanciar la deuda a largo plazo. Fernández indica que con la herencia que le ha dejado el PSOE "estamos atados de pies y manos, porque con lo que debemos a proveedores, ya ni nos sirven material".

A este carro se podría unir en breve Villanueva, cuyo equipo de gobierno ya se ha quejado de la mala situación económica de la hacienda municipal, aunque aún no lo ha concretado en cifras.