Agentes de la Guardia Civil de Orellana la Vieja y del equipo del Seprona de Badajoz han instruido diligencias judiciales por delitos contra la fauna y caza ilegal a un vecino de Hernán Cortés, al que sorprendieron cazando con artes prohibidas.

Guardas rurales de campo de Castuera comunicaron a los agentes de la Guardia Civil que en una finca del municipio pacense de Navalvillar de Pela se hallaba una persona supuestamente cazando ilegalmente.

Trasladados los agentes al lugar de los hechos, identificaron a un vecino de Hernán Cortés, con antecedentes por delitos relativos a la protección de la fauna y la caza ilegal.

Tras su identificación e inspección de la zona, le intervinieron un total de 115 trampas conocidas como de costilla, gran parte de ellas colocadas y dispuestas para su uso, y otras ocultas camufladas en un doble fondo practicado en el motor de su vehículo.

Además, se le intervinieron 39 bolsas de raticida, algunas situadas junto a las trampas activas, con las que acababa de capturar y dar muerte a veintiún ejemplares de aves silvestres, algunas de ellas protegidas e incluidas en el listado de especies silvestres en Régimen de Protección Especial, así como en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas en Extremadura. Los practicantes de este tipo de artes se exponen a penas de hasta dos años de prisión. Ahora la Guardia Civil investiga si el destino final de estas aves era el comercio clandestino.

Las diligencias han sido puestas a disposición de los Juzgados de Instrucción de Villanueva.