La precocidad en las conductas proclives a la violencia de género y las nuevas estrategias de los maltratadores para hacer daño a las mujeres se abordaron en la jornada técnica titulada La cara más joven de la violencia de género, celebrada ayer en Feval.

En jornadas como esta se hace mucho hincapié en la educación debido a los resultados que arrojan los estudios estadísticos acerca de la percepción de la violencia de género en parte de la población joven, donde se asume como normal comportamientos celosos o vigilar el teléfono móvil de la pareja.

A las administraciones competentes les preocupa la aparición precoz de conductas maltratadoras con un número importante ya en Extremadura, teniendo registrados actualmente trece casos de menores de edad con órdenes de protección.

Según la directora del instituto de la mujer de Extremadura, Elisa Barrientos, asistente a la jornada, es necesario vigilar el régimen de visitas a los menores porque en muchos casos son elegidos como víctimas en la nueva estrategia del maltratador, cuando no se ceba solo con la mujer, sino con los hijos en lo que viene a denominarse «muerte en vida» de la maltratada.

El abordaje desde el punto de vista judicial con ponentes como la presidenta de la Audiencia Provincial de Cáceres, María Félix Tena Aragón, o el de los puntos de encuentro familiar, con el ejemplo de Don Benito, a cargo de su coordinadora, Cristina Ruiz Martín-Mora, fueron algunos de los ejes de esta sesión sobre metodología para detectar casos.