En una sociedad con dificultades laborales para los jóvenes, la imaginación se convierte en una herramienta de futuro y en Villanueva de la Serena están sobrados de ella, como demuestra el proyecto piloto Villanueva 2020, realizado por el ayuntamiento y el Gabinete de Iniciativa Joven de la Junta de Extremadura. Han participado 1.500 personas y se han presentado 800 ideas. Ayer se entregaron los premios, en el Espacio para la Creación Joven.

Recuperar cortijos

Monteserrat Vellarino, vecina de Zurbarán, hará realidad su sueño: la restauración de cortijos abandonados. Un proyecto que además ha sido Premio Villanueva 2020 a la Mejor Idea, dotado con un ordenador portátil donado por Carrefour. Quiere recuperarlos para la hostelería y el turismo. Se considera una enamorada de estos edificios desde que vivió en uno con su abuelo una temporada. "Nos sentábamos en una piedra y hablábamos de cómo mejorar y reformarlo. Mis mejores cuentos y anécdotas los tengo allí", comenta.

Los 1.500 euros donados por La Caixa para el Premio al Mejor Proyecto los invertirá Pilar Cabanillas en orientar su futuro profesional hacia la creación de una asesoría de imagen personal. Es villanovense, de 21 años y estudiante del IES San José. Imagina su idea materializada en una peluquería, con cabina de estética, una sección dedicada a la moda y complementos y una oficina de asesoría personalizada para aconsejar. "Me gustaría que la gente recibiera consejos sobre cómo llevar la ropa y qué peinado le favorecería. En muchas ocasiones yo tengo dudas y me gustaría que me asesoraran", dice contenta con su iniciativa.

Otro innovador proyecto fue el presentado por Juan Carlos Segador, que obtuvo el Premio Especial del Jurado dotado con una cámara digital ofrecida por Ofimática Parejo. Su idea se basa en la creación de una red neuronal de empresas alrededor del arte y la construcción denominado AROS. Su trabajo consistiría en engalanar las ciudades y viviendas embelleciendo los espacios con murales, esculturas y otras técnicas. Contempla la recuperación de arcos, bóvedas y construcciones artísticas e incluso, adquirir el mobiliario y equipamiento. "El cliente estrenaría su piso sin preocuparse de comprar nada", argumenta.

Los proyectos finalistas a la Mejor Idea fueron la creación de un centro hípico terapéutico, de Cristina Gallardo; y otro de adiestramiento y acogida canino, de Rocío Segador. En Mejor Proyecto los finalistas fueron una guardería-centro educativo, promovida por Alicia Segador, y un centro de arte-terapia, de Jesús Escobar.