La obra Los caballos inocentes, del madrileño Raúl Quirós Molina, se alzó anoche con el premio Felipe Trigo en la categoría de novela, adjudicándose los 20.000 euros con los que está dotado, mientras que el extremeño Juan Ramón Santos lo hizo en la modalidad de narración corta con El síndrome de Diógenes, por la que se embolsa 6.500 euros.

Santos (Plasencia, 1975), licenciado en Derecho y Ciencias Políticas y autor de novelas, relatos y poemarios, ha ganado con una obra que, en palabras de la presidenta del jurado, Susana Martín Gijón, tiene «una buena trama, mucho humor y un final bien resulto». Fundador de la Asociación Cultural Alcancía, de Plasencia, Santos también coordina con Nicanor Gil el Aula de Literatura José Antonio Gabriel y Galán y preside la Asociación de Escritores de Extremadura.

La novela de Quirós de Molina, que fue finalista del Nadal el pasado año, narra el reencuentro, años después, de los componentes de una pandilla que se conocieron en los 80 en el barrio madrileño de San Blas.

Raúl Quirós nació en 1980 y vive y trabaja en Barcelona desde 2016. Escribe teatro, novela, relatos y da talleres de escritura.

La lectura del fallo, a cargo del secretario del jurado, Bernardo Gonzalo, y la posterior apertura de plicas puso el punto y final a una gala cultural celebrada en el palacio de congresos de Villanueva, presentada por Berta Collado y que contó con la amenización musical de Clara Montes.

La velada se inició con los discursos del alcalde de Villanueva, Miguel Ángel Gallardo, y la consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez (faltaron Vara y la consejera de Cultura, pero sí estuvo Ibarra y la delegada del Gobierno). Luego se entregaron los premios a los ganadores en novela y narración corta de la edición anterior, Jordi Juan y Rui Díaz Correia, respectivamente.

Antes de la apertura de plicas, Collado entrevistó a la presidenta del jurado, que detalló algunos de los aspectos más sobresalientes de las obras presentadas.