La lluvia deslució ayer la despedida a la virgen de las Cruces. La imagen de la Patrona de Don Benito y comarca tuvo que ser introducida en el denominado virgen-móvil para ser transportada desde la localidad hasta su ermita.

Las predicciones meteorológicas no se equivocaron y la persistente lluvia de la madrugada se acentuó incluso al amanecer. Las pocas esperanzas de que cesase el agua se fueron disipando a medida que el día avanzaba.

A las 8.30 de la mañana (hora habitual de la salida de la parroquia de Santiago), el capataz del paso, Pepe Ramos, informaba a la policía local y protección civil que la Hermandad fijaba como hora tope las 9.30 horas para sacar a la virgen y que la trasladarían en el virgen-Móvil, si la lluvia continuaba.

Y así fue finalmente, tapado con un plástico, el paso de la virgen de las Cruces salió de la iglesia de Santiago llevado por mujeres. Tras una levantá aplaudida por los asistentes refugiados bajo paraguas, un grupo de hombres dio el relevo cogiendo las andas para introducir el paso en el vehículo.

Finalmente, el coche tomó rumbo a la ermita por el recorrido habitual, despacio, pues muchos fieles acompañaron el paso haciendo el camino andando provistos de chubasqueros y paraguas.