La periodista y escritora extremeña María del Mar Gómez Fornés (Guareña, 1966) acaba de publicar un nuevo libro, En el valle de las flores, un poemario que presentó en Monroy, dentro de la programación de la semana cultural de esta localidad cacereña con la que se siente muy vinculada al haber nacido allí su padre y porque gran parte de su familia paterna vive allí.

Tampoco es casualidad que el poemario inicie su recorrido público en Monroy, puesto que muchas de las protagonistas que aparecen en e libro se inspiran en este pueblo. «Las he tomado prestadas de sus casas, sus calles, sus tareas domésticas; otras las he construido a partir de leyendas que escuchaba a mis abuelas», explica.

El poemario nace como un intento de acompañar a nuestros antepasados en la soledad de sus tumbas. «Quería ir a hablar con las abuelas al cementerio, escuchar, rezar con ellas y por ellas», aclara la autora, atraída siempre por la Extremadura que permanece oculta, «calladita y durmiente en la España vaciada de la que tanto se habla ahora. Esa España que ha estado ahí siempre, en modo siesta y por fin ahora se despereza».

El libro está compuesto por 19 poemas, muchos de ellos titulados con el nombre real de la mujer que allí se dibuja, que la escritora conoció o de la que oyó hablar cuando era niña. Incluye además fotografías antiguas del tiempo y el lugar en el que imagina a sus heroínas.

Para esta periodista, muy vinculada con Don Benito, En el valle de las flores pretende ser un homenaje microscópico a mujeres que llevaron una vida imperceptible en pueblos minúsculos; mujeres fuertes que tuvieron una vida áspera, sin flores».

Po esta razón, con el título escogido, busca elevar una oración colectiva por todas ellas, «empujarnos a llevar flores y escuchar el silencio de los cementerios, donde todavía muchas de nuestras abuelas y madres no han dicho la última palabra», asegura.

Algunos poemas muestran con crudeza aquellas vidas en miniatura. La ganadora, en 2014, del XVII Premio Nacional de Periodismo Francisco Valdés de Don Benito, se refiere a aquellas mujeres de pueblo como: «Mujeres sazonadas en pimentón» o «asiduas invitadas de funeral en funeral», «mujeres sin una sola flor en la piedra». Son algunos de los versos de un poemario en el que aparece reflejada su abuela. «Me pongo en la piel de ella para saber qué sentía al llegar con su maleta y su traje gris a pasar temporadas en distintas casas. Hoy esto sería una enormidad», señala.

un hecho íntimo / Por último espera que el libro se abra y se lea como «un hecho íntimo, una introspección, un viaje hacia los valles donde tantas mujeres esperan aún una flor o una oración».

Licenciada en Ciencias de la Información, además de poetisa, tiene a sus espaldas una amplia trayectoria en medios de comunicación de Extremadura y de fuera de la región, habiendo trabajado en Radio Nacional de España, COPE y Antena 3, además de haber sido columnista en publicaciones como el Periódico Extremadura y el Semanario Vegas Altas y La Serena. También ganó el premio de artículos Larra en el 86 y 87.