La situación del área de salud Don Benito-Villanueva «es límite» y los pacientes son considerados «de tercera categoría» por parte del Servicio Extremeño de Salud.

Así de tajante lo manifestaron ayer los portavoces de la Asociación AMdeSA (Asociación de Médicos en Defensa de la Sanidad Pública) que comparecieron en rueda de prensa en Villanueva.

Los facultativos expusieron la grave situación que vive el área Don Benito-Villanueva en cuanto a falta de medios materiales y de especialistas y reiteraron «el olvido de esta Área, tan nuestra y tan alejada de los grandes núcleos poblacionales de Extremadura. Nada de esto es nuevo. Nuestras reivindicaciones se hacen años por parte de los médicos que han pasado por esta Área, siempre desatendidas por los altos directivos del SES, sean del signo político que sean».

«Comparándonos con otras áreas de salud, -añadieron los facultativos- la situación es aún más injusta: áreas muy cercanas se encuentran mucho mejor dotadas. Nuestras plantillas están ya en una situación límite, dimensionadas pero no actualizadas a las necesidades reales de nuestra zona».

SE SIENTEN OLVIDADOS / Durante muchos años, «la sensación de olvido y desamparo hacia la población que nos corresponde asistir ha sido constante», indicaron. «Con mucho esfuerzo por parte del personal que comparte esta sensación, se ha conseguido mantener una calidad asistencial mínima, hablando desde parámetros estrictamente médicos. Pero en los últimos tiempos esta situación ha ido a peor, debido a problemas específicos de esta Área de Salud y generales del Sistema Nacional de Salud, por la ineficiente planificación sanitaria regional y nacional, haciendo que dicha calidad asistencial no cumpla los estándares que debe exigirse cualquier facultativo», argumentaron.

El colectivo médico, dado el déficit de personal facultativo existente, en muchas ocasiones se ve obligado a realizar un número de guardias y actividad extraordinaria que, aunque son remuneradas, superan lo establecido por la ley y el estatuto marco.

«Esto se encuentra, obviamente, sujeto a la crítica de la población general, pero es una realidad que merece reflexión por parte de los usuarios, pues son las personas que utilizan el Sistema Público de Salud quienes deben pensar si es justo para ellos que, con demasiada frecuencia, un solo trabajador haga el trabajo de dos (cuando se acumulan dos consultas en una), sean operados o asistidos por personal que no ha descansado lo suficiente según lo estipulado por ley como ocurre en otras profesiones donde la vida de la persona está en manos del profesional», subrayaron.

También estas personas sufren tiempos de espera excesivos, tanto quirúrgica como primeras consultas, pruebas y consultas de seguimiento que no están legisladas con tiempos de espera máximos, así como innumerables reprogramaciones de sus citas. Todo esto necesita soluciones reales, no promesas ni parches para que la zona no quede asolada de especialistas, dijeron.