La delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, manifestó ayer en Don Benito que la muerte de Pablo Romero en el canal del Zújar se debió a un accidente. "No había duda, este señor estaba pescando, no ha habido sospecha, aunque se está haciendo la autopsia", aseveró.

Pereira habló de este caso en el transucrso de su visita a la Feria Ibérica de la Alimentación que arrancó ayer en Feval.

Carmen Pereira fue preguntada por la actuación de las fuerzas del orden en este caso y más concretamente por las labores de búsqueda, toda vez que el cadáver fue encontrado por una sobrina del desaparecido el pasado martes. Respondió indicando que "desde el primer momento que se supo la desaparición, la guardia civil se puso a disposición de la jueza encargada de este caso para localizar a esta persona y se sumergieron varias veces". Según la delegada, tras la desaparición en mayo pasado, la jueza encargada del caso "decidió que no se podía vaciar el canal por el peligro que suponía para la cosecha".

Tras la conclusión de la campaña de riego, añadió Carmen Pereira, se estaba vaciando el canal de acuerdo con las instrucciones de la jueza, "que es quien decide cuándo se tiene que buscar". La delegada apostilló que desde el primer momento se ha hecho lo que la jueza ha ordenado; se ha trabajado de manera adecuada, siguiendo las instrucciones de los expertos".

Familiares de Pablo Romero volvieron a desplazarse ayer al lugar del hallazgo, donde exigieron a las autoridades que busque algunas partes del cuerpo que podrían haberse desprendido como consecuencia de la descomposición del mismo, posiblemente un brazo. A la vez indicaron que el entierro podría demorarse una semana, toda vez que se están haciendo diversas pruebas forenses de los restos en Sevilla.